Los avances logrados en materia de biotecnología aplicada al mejoramiento de cultivos de soja generan semillas que compiten de igual a igual con variedades internacionales.

Los avances logrados en materia de biotecnología aplicada al mejoramiento de cultivos de soja generan semillas que compiten de igual a igual con variedades internacionales.

Paraguay dio grandes pasos en materia de investigación de la soja y la aplicación de biotecnología con el desarrollo de variedades de soja cuyas cualidades mejoradas compiten con las semillas internacionales.

Esto permitió reducir la dependencia a la importación. Un claro ejemplo de estos avances son las semillas Sojapar con sus variedades R19, R24, R34, R49 y R57, que mejoraron la calidad y los rendimientos de los cultivos en distintas zonas del país y hoy las utilizan pequeños, medianos y grandes productores.

Alfred Fast, presidente del Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO), comentó que se desarrollaron semillas con mejores cualidades de fertilidad, resistencia a enfermedades como la roya y otras que ayudan a reducir los riesgos ante distintas situaciones que afectan a los cultivos.

Estas y otras semillas mejoradas van ganando mayor mercado en Paraguay gracias a su efectividad, y poco a poco van desplazando a las semillas internacionales, lo que implica un menor costo para el productor, que ya no necesita importar semillas para tener calidad y alto rendimiento.

Referente a lo que se viene, Fast recordó que están ensayando una línea que tendrá mayor resistencia al estrés hídrico, permitiendo que los cultivos tengan un mejor rendimiento en periodos de extensa sequía. “Tenemos que contar con muchas alternativas de variedades paraguayas para no ser tan dependientes de las semillas importadas”, afirmó, y resaltó que el desarrollo de las variedades es resultado del trabajo conjunto entre el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA) y el INBIO.

“Los genes de resistencia a la roya generan un ahorro importante para el productor, especialmente para el ciclo de lluvias y constante humedad que se avecina con el fenómeno del niño”, agregó Aníbal Morel, coordinador del Programa de Mejoramiento en Soja del INBIO.

Explicó que estos genes trabajan dentro de la planta, tanto en etapa vegetativa como reproductiva, lo que garantiza mayor estabilidad en la integridad de las plantas, por consiguiente, un buen rendimiento.

Compartir