Los tipos máximos y una fuerte dosis de estímulo chino podrían tirar al alza de los precios mundiales del petróleo, según el último informe de materias primas de Bank of America. La firma contempla un escenario de 90 dólares para el Brent y 85 dólares para el Texas, pero no descarta un repunte sostenido de los precios, si la OPEP+ acelera los recortes y acompaña un crecimiento de la demanda.

Según una publicación del diario español El Economista, el precio del petróleo está dando una tregua esta semana por los problemas financieros de China. La cotización acumula un saldo negativo, después del rally de más del 20% en el último mes. En este momento es difícil descifrar hacia dónde se dirigirá el crudo. Los futuros para el Brent marcan una inusitada estabilidad con un sesgo bajista para terminar 2024.

Pero el mercado backwardation choca con la mayoría de las previsiones de analistas que ven al barril de Brent más cerca de los 90 dólares. La propia Agencia Internacional de la Energía ha dibujado un escenario alcista par el oro negro.. «Las tendencias de la oferta energética se han deteriorado en los últimos meses y han desencadenado un repunte de los precios de la energía. La mejora de las tendencias de la demanda energética mundial en 2024 podría prolongar el impulso alcista de los precios de la energía, aunque vemos límites», según Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados de Bank of America.

El banco de inversión sitúa de media el precio del crudo en 9 y 8 dólares, respectivamente, por encima de la curva en 2024, con una previsión de 90 dólares el Brent y de 85 dólares para el Texas el año que viene. Pero Blanch no descarta una subida todavía mayor si se produce determinados condicionantes que podría impulsar a los precios de la referencia en Europa por encima de los 100 dólares.

Una OPEP+ más belicosa

El primer determinante que se debe de cumplir es que la OPEP+ debe asumir más recortes de producción. «Un aumento sostenido de los precios del petróleo Brent por encima de los cien dólares dependería, por lo tanto, de recortes más profundos en la oferta de petróleo por parte de la OPEP+», explican desde el banco.

No todos los bancos de inversión comparten una perspectiva alcista, y menos teniendo en cuenta el limitado margen de maniobra de la OPEP. Citi es una de las firmas bajistas con el crudo, sobre todo a corto plazo, y prevé que el Brent caiga por debajo de 80 dólares a finales de este año. Ed Morse, jefe de materias primas de Citi, en una nota reciente, señala que los recortes de producción están siendo asumidos por Rusia y por los Fragile Five del cartel (Irán, Irak, Libia, Nigeria y Venezuela). «Se espera que los suministros sean mucho más sólidos este año y el próximo de lo que se esperaba en gran medida», explica.

«Reconocemos que la industria se encuentra en un punto bajo cíclico y que los tipos máximos y una fuerte dosis de estímulo chino podrían tirar al alza de los precios mundiales del petróleo», insisten desde Bank of America. El segundo determinante es que la expectativa de que los tipos de interés pueden mantenerse altos se puede concretar en los próximos meses.

«Los precios del crudo son altos a medida que los inversores se ponen nervioso con las perspectivas de las dos economías más grandes del mundo: Estados Unidos y China», explica Ed Moya, analista senior de mercado de Oanda. «Cada vez más operadores se están dando cuenta de que las perspectivas de un aterrizaje suave en EEUU podrían no ser buenas para conquistar la inflación».

Esta perspectiva significa para el petróleo que la demanda seguirá siendo fuerte estirando al alza los precios. No habrá depresión por parte del consumo y aquí viene el tercer factor alcista: China. Hasta ahora el gigante asiático se ha convertido en un lastre para la cotización del petróleo.

«La inacción en China también es un importante riesgo a la baja para los mercados mundiales de la energía, aunque Pekín haya entrenado al mercado para esperar grandes paquetes de estímulo durante décadas», explica Blanch. Y añade: «la actual crisis puede empujar a Pekín a estimular su economía, nadie puede descartar que Xi Jinping apriete el gatillo con un paquete de estímulos lo suficientemente grande como para crear un nuevo ciclo virtuoso de demanda de materias prima», según recogió el periódico español.

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