Como se esperaba, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no ha acelerado, como habían dejado entrever varios de sus directivos, sino que ha mantenido el ritmo fijado en diciembre ante el shock que ha supuesto la crisis bancaria. La institución ha subido hoy miércoles 22 de marzo los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el entorno del 4,75%-5%, y anuncia «algún endurecimiento adicional», una señal clara de que ya se acerca el final de la etapa de subidas, destaca una publicación del diario español El Economista.

La clave está en el vocabulario usado esta vez. Hasta ahora, la Fed decía que harían falta «subidas constantes» para alcanzar el nivel restrictivo necesario para frenar la inflación. Sin embargo, esta vez indica que el techo está cerca, y que es posible que solo haya una o dos subidas más antes de terminar el ciclo.

La Reserva Federal ha tomado esta decisión en un contexto de máxima incertidumbre por parte de los mercados. Antes de que estallara el Silicon Valley Bank, el Signature Bank y Credit Suisse, los mercados daban por hecho que la enconada inflación obligaría a pisar el acelerador con una subida de 50 puntos básicos en esta reunión. Sin embargo, la crisis bancaria ha obligado a la Fed a replantearse su estrategia y combinar las subidas para contener la subida generalizada de los precios con una mayor ‘mano izquierda’ para impedir que estas alzas abran un agujero en las cuentas de las entidades más expuestas a las subidas de tipos.

Los últimos datos del IPC de EE.UU. mostraron que vencer a la inflación y retomar la senda del 2% iba a ser una misión mucho más difícil de lo planteado en primera instancia. En los datos de febrero esta se estancó en el 6% rompiendo una racha de clara corrección que había disparado el ánimo entre los inversores. En cualquier caso, el dato más preocupante fue el de la subyacente, que solo cayó una décima hasta el 5,6%. Con una economía resistiendo bien las subidas de tipos, analistas como los de Commerzbank daban por hecho el alza de 50 puntos básicos.

Sin embargo, el sorpresivo estallido de una nueva crisis bancaria ha cambiado el pie de la institución monetaria alejando el foco únicamente de la inflación al dejar claro los riesgos de la subida de tipos sobre la banca. Para empezar, la Fed tendrá que tener más cuidado con este alza y, de hecho, este es el motivo que la mayor parte de analistas ven para que las subidas se hayan limitado solo a 25 puntos básicos.

El propio Powell ha explicado que, en la reunión que acaba de terminar, los directivos de la Fed han llegado a considerado la posibilidad de congelar las subidas de tipos a la espera de entender mejor los efectos de la reciente crisis bancaria, pero el Comité de Mercados Abiertos «lo rechazó por unanimidad». El presidente apuntó a que habría más datos cuando se publiquen las actas de la reunión el próximo mes.

Por su parte, esta nueva situación ya tiene un gran impacto en el balance de la Fed. Ante el éxodo masivo de los depósitos de los bancos locales por el temor generalizado a quiebras, la Reserva Federal ha tenido que dar un paso adelante y liderar la mayor inyección de liquidez de la historia con 165.000 millones de dólares en préstamos frente a los 11.000 millones que tuvo que poner a disposición de la banca durante la crisis de Lehman Brothers. Debido a este movimiento, en total, el balance de la Fed ya se ha disparado en 300.000 millones cuando llevaba sesión tras sesión de recortes.

Todos los depósitos bancarios «están asegurados»

Al margen de la subida de tipos, los mercados tenían esta reunión como una cita clave para saber si durante la misma el presidente anunciará medidas para garantizar la liquidez de la banca. Powell ha abierto la rueda de prensa  recordando que todos los depósitos bancarios «están asegurados» y que el sistema tiene «capital y liquidez» suficiente. A eso ha añadido que están dispuestos a suministrar toda la liquidez que haga falta durante este año para evitar más problemas, y que, a continuación, investigarán qué ha pasado para evitar que se repita.

Aun así, la crisis ha sido determinante para pisar el freno a las subidas de tipos. Powell explicó que los indicadores económicos están más fuertes de lo previsto, pero «los eventos en el mercado bancario» de estas últimas semanas pueden resultar en un «endurecimiento de la política de crédito para familias y hogares» por parte de las entidades, sin necesidad de más intervención de la Fed. «Se puede considerar que la crisis bancaria en sí es como una subida de tipos, o incluso algo más», ha afirmado. Por lo tanto, explica, han cambiado su previsión de subidas a «unas subidas adicionales más», a la espera de saber cómo evolucionan los datos económicos y si la crisis bancaria acaba por enfriar la economía lo suficiente. «Tomaremos decisiones reunión a reunión», ha resumido.

Situándose en el 5%, el consenso de los analistas daba por hecho antes de Silicon Valley Bank que tendríamos un 2023 sin bajadas de tipos. Así lo confirmaban no solo los expertos sino también diversos miembros de la Reserva Federal, como el presidente de la institución de San Luís, que hablaba incluso de subirlos al 7% y mantenerlos en un nivel alto todo este año como mínimo. Sin embargo, ahora el mercado cree que las bajadas empezarán a verse pronto, ya sea en julio o en septiembre.

Compartir