La posición adoptada por el Gobierno y el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) con relación al levantamiento de la vacunación contra la fiebre aftosa a corto plazo genera preocupación en uno de los eslabones de la cadena productiva de la carne, según exppresó el presidente de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (APPEC), Ramiro Maluff.
“Me siento preocupado, porque vemos una situación donde, si bien permanentemente venimos diciendo que nuestro servicio veterinario oficial es realmente de clase mundial y que la relación público–privada ha sido espectacular en la última década, hoy veo con mucha preocupación la crispación que se está generando a consecuencia de la intención del Presidente del servicio de llevar adelante el levantamiento de la vacunación a corto plazo”, manifestó Maluff a una emisora capitalina.
El gremialista dijo que la mesa de trabajo constituida para analizar el tema perdió su carácter deliberativo. “Esta mesa se está convirtiendo más bien en una mesa informativa, en donde el servicio está informando lo que va haciendo. Hubiera sido muy diferente si lo hubiéramos analizado conjuntamente y hubiéramos hecho algo que realmente sirviera”, lamentó.
Sin condicionamiento externo
Maluff aclaró que no existe una exigencia de los principales mercados para dejar de vacunar. “No hay una nota del Departamento de Agricultura de Estados Unidos que nos exija levantar la vacunación, ni tampoco Chile nos condicionó. Ellos nos dijeron claramente que esa es una decisión que debe tomar Paraguay, pero que no restringirán las importaciones por ello”, explicó.
Sostuvo que el documento entregado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos “es una respuesta a una propuesta que envía el Servicio, de lo que pretende hacer con un plan estratégico 2028 sobre fiebre aftosa. Esa respuesta lógicamente era esperada: si yo mando algo diciendo ‘voy a hacer esto’, es razonable que me contesten que lo ven con buenos ojos. Pero en ningún caso Estados Unidos nos está exigiendo levantar la vacunación”, expresó.
En ese sentido, señaló que la posición del propio Presidente de la República podría estar influenciada por información parcial. “Esas son las realidades que lastimosamente no se le cuentan al Presidente de la República. Tal vez por eso el Presidente está acompañando la voluntad del Presidente del Senacsa de llevar adelante el programa de levantamiento de la vacunación a corto plazo, cuando a todas luces no estamos preparados”, dijo en otro momento.
“Hoy no estamos preparados para sacar la red de protección y reaccionar ante una emergencia. El perjuicio que ocasionó el foco de fiebre aftosa en 2011 fue catastrófico. Si la vacunación nos cuesta 20 millones de dólares y una crisis nos podría costar mil millones, eso alcanza para 50 años de seguir vacunando”, expresó Maluff.
Precios pueden volver a caer
El dirigente advirtió sobre las consecuencias de una decisión apresurada. “En 2011, cuando tuvimos un foco, el precio del ganado cayó de 4,33 a 2,40 dólares por kilo al gancho. Eso puede ocurrir de nuevo y la factura la va a pagar el productor”, advirtió.
“Ningún mercado nos exige el levantamiento de la vacunación” y que hoy Paraguay está “abriendo cada vez más mercados” sin restricciones sanitarias.
En otro momento dijo que, ante una eventual crisis, la industria podría colocar carne en mercados de menor valor, pero siempre en perjuicio del sector primario. “La industria en un par de meses va a empezar a encontrar un mercado aftósico que compre esa carne, pero la caída de precios la paga el productor. Eso fue lo que ocurrió en 2011 y puede repetirse si no tomamos los recaudos necesarios”, dijo.
Necesidad de consensuar
“Vemos que la polarización está perjudicando la relación público–privada, e instamos al servicio a que revise esta decisión y que nos pongamos a trabajar juntos en todo lo que hay que hacer. La vacunación es un seguro. Si no estamos preparados, no podemos arriesgarnos”, concluyó.