Con la socialización del proyecto sobre el desarrollo de un plan de gestión sostenible y participativa para el Pantanal paraguayo, el país dio otro paso importante en la postulación de este bien como patrimonio mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Del taller de socialización, celebrado el jueves en Asunción, participaron representantes de la Secretaría Nacional de Turismo, de Cultura, del Ministerio de Ambiente, de la organización Guyra Paraguay, de la Asociación Rural del Paraguay, de las comunidades indígenas de la Nación Yshir, del Indi y autoridades locales de Alto Paraguay.

En la ocasión se procedió a la validación del plan, cuyo objetivo es concienciar a las autoridades nacionales, comunidades y pueblos originarios sobre la necesidad de conservar el bien con miras a las declaratoria como patrimonio mundial.

Se plantea como misión mantener en el tiempo, las condiciones naturales, culturales y sistemas que integran el sitio de patrimonio de la humanidad pantanal paraguayo, mediante un plan de gobernanza con participación activa de actores locales y vigilancia permanente de los modelos de desarrollo territorial.

Como primer paso, se han tomado 356.156 hectáreas ubicadas en el distrito de Bahía Negra de la eco-región del Pantanal paraguayo como zona de enfoque, que incluye a las siguientes áreas protegidas: Parque Nacional Río Negro, Reserva Natural el Ceibo y el Complejo de Reservas del Pantanal paraguayo.

Incluye igualmente a las comunidades indígenas del pueblo Yshir Ybytoso, Puerto Caballo, Puerto Diana, Puerto Esperanza, Puerto Pollo y 14 de Mayo- Karcha Balut.

El área identifica es uno de los sitios más prístinos que posee Paraguay y forma parte del humedal más grande del mundo, del cual depende toda la cuenca del río Paraguay y gran parte de la Cuenca del Plata, donde el río se presenta como “la gran columna vertebral” con más de 3.800 km de largo.

Resguarda así una riqueza natural incalculable, la cual es posible gracias a la transición entre los ecosistemas del Chaco, Amazonas, Bosque Atlántico, Cerrado y Pantanal.

Toda la zona tiene gran valor como corredor biocultural, ya que parte de ella corresponde a zonas de transición entre las más secas y las más húmedas de la región Occidental.

Ofrece una majestuosa combinación de palmeras, bosques ribereños y de quebracho colorado. El área es extremadamente importante para conversar la biodiversidad biológica existente, que alberga 356 especies de aves, 114 especies de mamíferos, 37 de anfibios, 55 de reptiles y 173 de peses.

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