El reinado de la OPEP toca a su fin. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) pronostica que EEUU será capaz de cubrir el 80% de la demanda de crudo hasta 2020. «El país está listo para poner su sello en los mercados petroleros mundiales durante los próximos cinco años», ha escrito el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, con motivo de la conferencia anual CERAWeek.

Mientras la OPEP se empeña en reducir la producción, el resto de competidores liderados por EEUU se afanan en aumentarla a pesar de que los precios se mantienen lejos de los cien dólares. El documento de la AIE destaca que los rivales de la organización, que incluye también a Canadá y Brasil, van a dejar poco espacio al cártel para expandirse después de levantar los recortes de producción de este año.

Desde hace un año la OPEP y sus aliados se han embarcado en una política de reducción de bombeo para intentar reequilibrar el mercado y subir los precios del crudo. Desde mediados de 2014 el petróleo comenzó a caer en picado por un exceso de oferta de crudo en el mundo.

La OPEP quiere llevar los recortes más allá de 2018. El tiempo necesario para absorber los excedentes de producción. La coalición de países está consiguiendo sus objetivos. Los precios subieron durante todo 2017 y la sobreoferta se está reduciendo. Sin embargo, la consiguiente recuperación ha «desencadenado una nueva ola de crecimiento desde los EEUU», indica la AIE, ocupando el hueco que está dejando la OPEP en el mercado.

Gracias al auge del fracking, la nueva producción de EEUU cubrirá más de la mitad del crecimiento mundial de la demanda de petróleo hasta 2023, según las estimaciones de la agencia. La producción de la prolífica Cuenca del Pérmico, que se sitúa entre Texas y Nuevo México, se duplicará durante el período y la producción total de hidrocarburos líquidos del país aumentará a 17 millones de barriles por día desde los 13,2 millones del año pasado.

Futuro negro para la OPEP

El aumento de producción en Estados Unidos y una perspectiva levemente más débil para el crecimiento de la demanda global hacen que la OPEP tenga un futuro complicado. La AIE ha recortado sus previsiones para el cártel indicando que sus recortes de suministro deberían mantenerse en vigor hasta 2021 para evitar la creación de otro excedente oferta prolongado.

Según la AIE, la OPEP necesita más inversión para satisfacer el crecimiento en el consumo y compensar la pérdida de producción debido a las caídas naturales. Tendrá dificultades para recupurar su propia producción tras los recortes. La perspectiva de producción a cinco años de la AIE se reduce aproximadamente un 62% con respecto al informe anterior.

La agencia señala que existe el riesgo de que la industria en general también se quede corta después de una caída sin precedentes en el gasto de 2015 a 2016, y con pocas señales de un repunte en los dos años posteriores. La inversión es esencial porque la producción mundial pierde alrededor de 3 millones de barriles de producción cada año a medida que los campos petrolíferos envejecen y la presión de su yacimiento disminuye.

Fuente: El Economista

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