Se estima que el crecimiento de la economía mundial en 2018 será de 3,9%, un nivel no visto desde 2011, y que estará sumamente sincronizado entre los países. Se prevé que no menos de 185 países, de un total de 193, registren un crecimiento positivo, y se prevé que al menos 80 economías tengan tasas de crecimiento superiores al 3,5% en 2018, según el último informe macroeconómico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Recientemente, Estados Unidos, Europa y China, todos importantes socios comerciales de América Latina y el Caribe, han visto revisadas al alza sus previsiones de crecimiento. En el caso de Estados Unidos, se prevé que el crecimiento de 2018 será de 2,7%, aproximadamente 0,2% más que la estimación de enero de 2017. La Reserva Federal prevé que la tasa de política monetaria aumente en 2018 y 2019, por lo que la tasa oficial a corto plazo quedaría en aproximadamente 2,5%–2,75% y, dado que se estima que la tasa de interés natural o de equilibrio ha bajado, esto podría significar que, en lo que se refiere al aspecto de la tasa de interés, la normalización monetaria en curso podría estar cerca de completarse.

Sin embargo, los mercados siguieron mostrándose escépticos ante la posibilidad de que la Reserva Federal fuera a actuar con esa rapidez y, al mismo tiempo, el mercado bursátil de Estados Unidos registró un auge espectacular. Las suculentas ganancias, la baja inflación y el sentimiento positivo con respecto al futuro, sobre todo dada la reciente reforma tributaria de Estados Unidos, llevaron los valores del mercado bursátil a niveles de récord. Las bruscas caídas de los índices del mercado bursátil a comienzos de febrero, acompañadas de la subida de las tasas de interés a más largo plazo, señalan la vulnerabilidad de los precios de los bonos y del mercado bursátil ante las señales sobre el del rumbo de la inflación. Parece probable que los mercados bursátiles y las tasas de interés a más largo plazo seguirán siendo volátiles dado que reaccionan ante la publicación de nuevos datos, sobre todo en relación con la inflación y anticipando la probable reacción de la Reserva Federal, según el BID.

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