El presidente de EEUU, Donald Trump, está considerando activar restricciones comerciales con China que incluirían aranceles indefinidos para el sector tecnológico y de telecomunicaciones, limitaciones en la inversión y en la visa de ciudadanos del gigante asiático.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pretende imponer nuevos aranceles que afectarán a 60.000 millones de dólares de las importaciones procedentes de China, principalmente, de los sectores tecnológicos y de telecomunicaciones, según informa Reuters reproducido por El Economista, tras aprobarlos sobre aluminio y acero.
El nuevo paquete fue diseñado en respuesta a los hallazgos de una investigación reciente sobre China realizada por el Representante de Comercio de los Estados Unidos, Robert Lighthizer, en la que concluye que las prácticas del país asiático son discriminatorias y restringen el comercio con EEUU.
Las medidas que podrían adoptar la administración de Trump irían más allá de los sectores señalados y podría llegar a los cien productos. China tiene un superávit comercial de 375.000 millones de dólares con EEUU. Trump se ha quejado en múltiples ocasiones de este aspecto, hasta el punto de presionar a Liu He uno de los consejeros económicos del presidente chino Xi Jinping para buscar una solución.
China no se calla
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, ha indicado que las relaciones comerciales no deberían ser un juego de suma cero, y que los dos países deberían usar medios «constructivos» para manejar la tensión.
«Hemos dicho muchas veces que China se opone resueltamente a cualquier tipo de medidas comerciales proteccionistas unilaterales», ha señalado y ha añadido que «si Estados Unidos toma medidas que perjudiquen los intereses de China, tendremos que tomar medidas para proteger firmemente nuestros derechos legítimos».
Trump apunta a las empresas chinas de alta tecnología para castigar a China por sus políticas de inversión que obligan a las empresas estadounidenses a renunciar a sus secretos tecnológicos a cambio de poder operar en el país, así como por otras prácticas de propiedad intelectual que Washington considera injustas.
La administración de Trump también está considerando imponer restricciones de inversión a las empresas chinas además de elevar los límites de seguridad nacional. Otros sectores chinos que se pueden ver afectados el textil, calzado y juguetes.
Según informa Político, el propio Trump rechazó hace pocos días un paquete de aranceles sobre China que afectaba solo a 30.000 millones de dólares en importaciones desde el país asiático. Lo hizo para exigir medidas más duras.