Washington vio a los países africanos, especialmente, los situados al sur del Sáhara, como una oportunidad de negocio. Según cifras del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), en 2007 EEUU llegó a su pico máximo, importando más de 80.000 millones de dólares. De países como Lesotho, que ha sufrido varias burlas en los últimos meses provenientes de Trump y sus aliados, solía comprar materias primas y bienes poco elaborados.