Tradicionalmente, Wall Street ha sabido aguantar el tipo y escalar posiciones hasta la emblemática fiesta del 4 de julio. Pero si miramos lo que ocurrió en los veranos de 2023 y 2024, veremos que tras los fuegos artificiales llegó el silencio, y con él, la corrección, según una publicación de hoy jueves del diario español El Economista.

Especialistas bursátiles hace tiempo vienen insistiendo que no se emocionarían ver nuevos máximos sobre el Techo de DeepSeek. Incluso si el Dow Jones logra superar los 40.060 puntos y se suma a la fiesta, lo único que haría es reforzar la convicción de que, tarde o temprano, cualquier excusa servirá para que llegue la próxima corrección.

Una corrección que no debería profundizarse bajo los mínimos de abril y que, bien gestionada, será una oportunidad. Porque en esos recortes es donde los inversores con liquidez y paciencia podrán aumentar su exposición a aquellas compañías que, en este tramo de subida, han demostrado auténtica fortaleza. Especialmente en sectores disruptivos, que siguen siendo el verdadero motor del futuro.

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