El Ing. Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), sostuvo que el Chaco paraguayo es un ejemplo del modelo de producción sostenible, donde armonizan la actividad agropecuaria y el medioambiente.

En este contexto, destacó que Paraguay está haciendo bien las cosas y que el gran desafío es unir las fuerzas del sector público y privado para aprovechar el enorme potencial de trabajo, inteligencia y tecnología que dispone el país.

Asímismo, instó a no permitir que “desde afuera” sigan descalificando a la gente que pone su trabajo y esfuerzo Crecimiento del Chaco paraguayo para el desarrollo sostenible del Paraguay. “En el Chaco es posible trabajar de manera sostenible, así lo demostraron los primeros migrantes. Hace 20 años nadie pensaba que tendríamos este empuje y desarrollo de la actividad agrícola”, comentó.

Cristaldo hizo hincapié en que se ha trabajado la zona por más de 90 años sin generar la desertificación que “falsos profetas” pregonan, sino que se ha convertido en un polo agroindustrial que genera valor a la producción primaria. “Los colonos del Chaco Central hicieron milagros en este terreno difícil e inhóspito y esto nos impulsa al resto de los productores a sumarnos a ese esfuerzo”, añadió.

El desafío actual es consolidar este crecimiento. Lograr que, a través del trabajo conjunto entre el sector público y el privado, se aproveche el enorme potencial de trabajo, inteligencia y tecnología que dispone el país para fortalecer este modelo de desarrollo sostenible y para defenderlo de las amenazas externas. “Juntos, en un esfuerzo compartido, será mucho más fácil”, dijo Cristaldo.

Defender la producción nacional

En cuanto a la postura e interferencia internacional en el desarrollo de la producción nacional, el presidente de la UGP recordó que el desafío para las autoridades del Estado es reconocer aquellos programas de cooperación que son beneficiosos para el país y aquellos que solo actúan de “caballo de Troya”.

Paraguay viene de un proceso de desarrollo sostenible

Aseguró Cristaldo que se puede y debe mejorar, pero si se miran los resultados desde el año 2000 al presente, se puede concluir que se están haciendo bien las cosas. Tanto es así que mejoró sus indicadores en los tres ejes de la sostenibilidad: economía, sociedad y medioambiente. “Estamos por buen camino, todavía no llegamos a la meta, pero no dejemos que se frustre este proceso con suposiciones que no se basan en datos

científicos, ni fueron adecuadas a la realidad nacional. No tenemos que tener miedo ni vergüenza de sentarnos a hablar de igual a igual con quienes nos quieren imponer modelos que conviertan al Chaco en un museo, por que eso es lo que plantean. Tenemos que seguir desarrollando el Chaco de manera sostenible”, finalizó.

Atentado contra el sistema productivo
Gremios de la producción reiteraron su postura en contra de ciertas consideraciones que sustentan el proyecto Sistemas Alimentarios, Uso de la Tierra y Restauración de Ecosistemas (FOLUR, por sus siglas en inglés), presentado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) durante la Expo Pioneros.

Desde la fase de construcción de esta iniciativa, la Unión de Gremios de la Producción, la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas, la Federación de Cooperativas de la Producción y la Asociación Rural del Paraguay han realizado la revisión, análisis y sugerencias para la adaptación del proyecto a la realidad productiva del país, descartando el enfoque que apunta a la producción de alimentos como la generadora de problemas ambientales y que ciertos rubros deben tener una transformación productiva para ser más sostenibles.

Dicha postura se recalcó en la nota remitida en septiembre del 2022, previo al lanzamiento del proyecto FOLUR, sin embargo, los comentarios y sugerencias no los tomó en cuenta el MADES. “La línea del proyecto FOLUR es contraria a las políticas agropecuarias del país y a las diversas declaraciones hechas en diferentes foros internacionales por nuestras autoridades, donde justamente destaca el aporte de la agricultura y la ganadería sostenible a la seguridad alimentaria, que el sector es parte de la solución a los desafíos de sostenibilidad y no del problema”,

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