El potente paquete de Alemania para evitar el colapso de la economía ante el coronavirus incluye un fondo de rescate para empresas de 100.000 millones de euros. El programa permite salvar compañías estratégicas o directamente comprarlas con el dinero de los contribuyentes. Pero lejos de ser una medida de urgencia, hay una estrategia detrás para crear campeones nacionales que puedan competir en el nuevo orden económico, con inversiones millonarias en inteligencia artificial y energías renovables. Merkel ha puesto en marcha la revolución de la economía alemana, según publica hoy elEconomista.

La nacionalización de empresas ha dejado de ser un  tabú en Alemania. La epidemia del coronavirus ha desbloqueado todas las barreras para modernizar a la primera economía de la zona euro. La canciller, Angela Merkel, ha aprovechado la actual crisis para desatar todo el músculo financiero del país y ponerlo al servicio de una nueva revolución industrial asociada a la tecnología. El exitoso modelo germano de gran industria pesada abierta al mundo había entrado en declive desde la anterior crisis financiera. El dieselgate en la poderosa industria alemana del automóvil fue la puntilla. La capacidad competitiva de Alemania envejeció en un tiempo récord. 2019, antes de que el virus pusiera patas arriba a la economía mundial, fue una pesadilla para la industria alemana. La guerra comercial destapó las vergüenzas de la maquinaria exportadora del país, incapaz de medirse con EEUU y China. Alemania había dejado escapar el tren de la digitalización en su sector clave, y lo que es peor, tampoco tuvo visión para posicionar a ninguna compañía, donde se está disputando el liderazgo de la economía mundial, en la batalla tecnológica.

De acuerdo a la publicación del periódico español elEconomista, la crisis ha dado la última oportunidad a Alemania para ponerse al día. Y Merkel está dispuesta a aprovecharla. La canciller ha puesto en marcha la maquinaria del capitalismo de Estado, tomando como referencia a China, para intervenir en el sector privado. Parte del enorme paquete de estímulos económicos para contrarrestar el impacto del virus irá destinado a desarrollar nuevas industrias y crear nuevos campeones nacionales para competir en el nuevo orden mundial.

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