El presidente de la República Mario Abdo Benítez, participó de la ceremonia litúrgica presidida por el Cardenal Adalberto Martínez, en honor a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, en la basílica ubicada en la capital del departamento de Cordillera. Posteriormente, tras su participación en la celebración litúrgica, el mandatario, acompañado de ministros e integrantes de su Gabinete, mantuvo una reunión con las autoridades eclesiales, a fin de ajustar detalles sobre la seguridad y asistencia al peregrinante durante la festividad mariana prevista para el próximo 8 de diciembre.

El mandatario asistió a la misa realizada en la basílica de Caacupé, en el cuarto día del novenario en honor a la Virgen Serrana, con la participación de efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

“Quisiera referirme de manera particular a la realidad de los jóvenes en el país y en la Iglesia. En términos de la realidad socioeconómica, la juventud es el mayor potencial que tiene el país. El bono demográfico es una riqueza del Paraguay, una oportunidad única e irrepetible, que requiere políticas públicas que apunten a su formación integral para que se constituyan en factor que aporta al desarrollo del país”, expresó el Cardenal Adalberto Martínez Flores, en parte de la homilía.

Educación es clave

Por otro lado, el cardenal Martínez Flores sostuvo que la educación  de calidad es clave, no solamente en términos de formación técnica, sino en valores que forjen personalidades sanas de corazón, con sentido de responsabilidad y ética.

“La educación es la clave. Pero una educación de calidad que piense no sólo en términos de formación técnica, que es muy importante, sino sobre todo en la formación en valores que forjen personalidades sanas de corazón, con gran sentido de la responsabilidad y de la ética. Debemos pensar juntos, sin exclusiones, sobre un proyecto educativo integral. La Iglesia acompañará y apoyará una propuesta educativa que contemple los valores que ayuden a la formación integral de la persona humana”, aseveró el Cardenal Adalberto Martínez Flores, en otra parte de la homilía de la celebración litúrgica realizada en la basílica de Caacupé.

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