La Unión Europea alcanzó un acuerdo y fijó el año 2035 como fecha límite para dejar de vender coches a gasolina y diésel.

La medida ha salido adelante tras el acuerdo político alcanzado ayer jueves 27 de octubre, a última hora, entre los negociadores Parlamento Europeo y el Consejo de la UE -los Veintisiete- y la Comisión Europea, como parte del paquete Fit for 55, que tiene por objetivo reducir las emisiones de CO2 en la UE en un 55% hasta 2030 para alcanzar la neutralidad climática en el mercado comunitario en 2050.

En el marco de este acuerdo y como un periodo de transición, se ha fijado para 2030 un objetivo de reducción de emisiones del 55% para vehículos nuevos y de 50% para furgonetas nuevas, respecto a los niveles de 2021. Ya de cara a 2035, esa meta ascendería al 100% en ambas tipologías de automóviles, con la consiguiente prohibición de la comercialización de vehículos combustión.

Salió al paso de la noticia la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que en una publicación en Twitter puso de relieve que el acuerdo es «un hito «crucial» para alcanzar los objetivos climáticos de 2030. En un paso más, la alemana resaltó que la decisión impulsará la innovación y el «liderazgo industrial y tecnológico» de la UE.

También el ministro de Industria de la República Checa, país que ostenta la presidencia de turno de la UE, Jozef Síkela, se pronunció al respecto y enfatizó que el acuerdo impulsará una industria del automóvil «moderna» y «competitiva» en la UE. Además, indicó que el plazo acordado propicia que los fabricantes de automóviles puedan alcanzar los objetivos fijados.

Todo sea dicho de paso, que el acuerdo contempla una excepción para los pequeños fabricantes de automóviles, aquellos que producen menos de 1.000 vehículos al año, hasta 2035. También contarán con ciertas excepciones los fabricantes con pequeños volúmenes de producción que oscilen entre los 1.000 y 10.000 coches nuevos al año o de 1.000 a 22.000 furgonetas al año.

En todo caso, los incentivos se mantendrán para vehículos de cero y baja emisión (ZLEV) hasta 2030. Como parte de este mecanismo, si un fabricante cumple con ciertos criterios de referencia para la venta de vehículos de cero y baja emisión, puede ser recompensado con objetivos de emisiones de CO2 menos estrictos.  

También el acuerdo pone el foco en los combustibles alternativos neutros en carbono y establece que, tras una consulta con las partes interesadas, la Comisión Europea presentará una propuesta para impulsar vehículos que funcionen solo con combustibles cero emisiones de CO2 después de 2035. Una propuesta que fijará los estándares para las flotas. 

Además, será en 2026 la fecha establecida para que el Ejecutivo comunitario efectúe un análisis de cómo avanza el proceso para alcanzar las cero emisiones de CO2 y revisar tales metas atendiendo a los avances tecnológicos, teniendo en cuenta las tecnologías híbridas enchufables.

La normativa que acaba de recibir luz verde incluye nuevas disposiciones respecto a la redacción inicial. Entre ellas se reduce el tope de créditos de emisión que pueden recibir los fabricantes de vehículos por innovaciones que reduzcan las emisiones de CO2 en 4gr/km  por año en el periodo comprendido entre 2030 y 2034, frente a los 7gr/km por año establecido previamente.

Por otro lado, el Ejecutivo comunitario será responsable de desarrollar una metodología para evaluar el ciclo de vida completo de las emisiones de CO2 tanto de automóviles como de furgonetas que se vendan en la UE así como la energía que consumen.

Fuente: El Economista 

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