Con el arranque del mes de octubre y la recta final del año, los inversores esperan impacientes los resultados empresariales correspondientes al tercer trimestre. Unos beneficios que según S&P Capital IQ registrarán un crecimiento del 5% en el beneficio por acción operativo del S&P 500. Un aumento que supone una rebaja con respecto a las previsiones inicialmente cotejadas al cierre de la primera mitad del año pero que aventuran avances significativos para 8 de los 11 principales sectores de este indicador, según El Econoomista.

Entre ellos destaca el energético, donde se proyecta un incremento del 129,5%, lo que supone más que duplicar el beneficio por acción con respecto al mismo trimestre de 2016. «Parte de este incremento se debe al aumento del 7% en los precios del West Texas Intermediate junto con un aumento en los volúmenes de producción», señala Sam Stovall, estratega jefe de CFRA. Stovall también señala una mejora en la base de costes, como factor importante a tener en cuenta.

Pero además de la energía, el sector tecnológico seguirá brillando como lo ha hecho hasta ahora, con un aumento en su beneficio del 10,1%. Sin embargo, es importante tener en cuenta, como el tercer trimestre no suele ser tan importante para las grandes tecnológicas como lo son los tres últimos meses del año, cuando la temporada de compras navideñas suelen centrar gran parte del presupuesto de los consumidores en gadgets electrónicos.

La debilidad del dólar ha jugado un papel importante en el tercer trimestre para las tecnológicas, dada su exposición a las ventas en el extranjero. El abaratamiento del billete verde frente a otras divisas ha respaldado que tanto los productos como servicios se hayan abaratado, impulsando así las compras. Otros de los sectores más beneficiados en el tercer trimestre del año es el industrial, con un aumento en su beneficio por acción proyectado en el 5,3%.

No correrán tan buena suerte otros, como las utilities, el consumo discrecional y el de materiales, que experimentarán caídas en su beneficio del 1,3%, 2,2% y 7,4% respectivamente, según las estimaciones de S&P Capital IQ.

«Las estimaciones del tercer trimestre se mantienen y esperamos otro récord», indica Howard Silverblatt, director de análisis de S&P Dow Jones Indices. «Si nos fijamos en las estimaciones de las compañías, estas no están proyectando una gran reducción en el recuento de acciones como producto de las recompras de títulos propios, por lo que las beneficios están mejorando sin la ayuda de las recompras, que es un elemento importante y significativo», explica.

En este sentido, es cierto, que las proyecciones de las compañías tampoco descuentan una reforma tributaria, que de llegarse a aprobar este año en el Capitolio podría tener un carácter retroactivo. La semana pasada, la administración Trump y los líderes republicanos en el Congreso presentaron más detalles de su propuesta tributaria, que rebajará el impuesto de sociedades hasta el 20%. También se incluirá un incentivo para la repatriación de beneficios, del que se desconocen cifras concretas pero que podría variar en un gravamen único que oscilaría entre el 10% y el 15%.

Desde S&P Capital IQ estiman que el beneficio por acción del S&P 500 crecerá en el conjunto de 2017 un 10,5% y avanzará un 10,6% en 2018. En lo que a las ventas e ingresos se refiere, estas crecerán un 6,6% este año y un 5,7% el que viene. Sólo en el tercer trimestre se proyecta que el «top line» aumente un 5,7% seguido de un repunte del 6,4% para las ventas en los últimos tres meses del año.

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