Cuando nos preparamos para las próximas Reuniones Anuales del Grupo Banco Mundial y el FMI, los impactos de la actual crisis económica continúan afectando casi todos los aspectos de la economía mundial, empujando a más personas a la pobreza en todo el mundo y repercutiendo en sus vidas e ingresos. La pandemia ha sumido a unos 70 millones de personas más en la pobreza extrema, y la mediana de los ingresos mundiales ha disminuido por primera vez desde que se iniciaron las mediciones en 1990. 

Estos desafíos de desarrollo mundial se complican aún más debido a los efectos de los altos precios de los alimentos, los combustibles y los fertilizantes que se extienden a través de las cadenas de suministro en un mundo interconectado, generando disrupciones a nivel global y afectando los ingresos y los medios de subsistencia, especialmente de las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo.

Las Reuniones Anuales se acercan y se realizarán en medio de estas numerosas crisis superpuestas. Las Reuniones de Primavera pasadas se enfocaron en reforzar los argumentos en favor de una acción colectiva mundial y destacar el rol que los organismos internacionales de desarrollo, como el Banco Mundial y el FMI, pueden desempeñar para superar los desafíos mundiales en curso. Por su parte, las Reuniones Anuales de este año servirán como faro para no solo abordar las crisis simultáneas que enfrenta el desarrollo en la actualidad, sino también para crear las condiciones necesarias que ayuden a evitar que se repitan en el futuro.

En un discurso pronunciado en la Universidad de Stanford el 28 de septiembre de 2022, y en el que se definió el contexto de esta labor, el presidente del Banco Mundial, David Malpass, se refirió a la crisis que enfrenta el desarrollo y describió una serie de esferas críticas en las que la intervención de la comunidad internacional del desarrollo podría tener el mayor impacto para ayudar a superar esta crisis y cualquier otra que pudiera producirse posteriormente. Entre esas áreas, mencionó la necesidad de aumentar el gasto en educación y preparación de los sistemas de salud, ajustar las políticas macroeconómicas para mejorar la asignación de capital mundial, e intensificar los esfuerzos para incrementar la disponibilidad de financiamiento en condiciones concesionarias y donaciones para iniciativas climáticas.

David Malpass

El presidente también destacó los esfuerzos sin precedentes emprendidos por el Banco Mundial para responder a estos llamamientos a la acción. En el ejercicio de 2022, la institución suministró un financiamiento récord de USD 115 000 millones para ayudar a los países a reforzar sus respuestas a la COVID-19 y a otros problemas sanitarios;  fortaleció los sistemas educativos para responder mejor a los desafíos del aprendizaje en línea y preparar a los estudiantes para los empleos del mañana; proporcionó USD 31 700 millones en financiamiento climático, y movilizó USD 13 000 millones en financiamiento de emergencia de asociados para responder a la guerra en Ucrania (i).

Lo anterior establece el contexto de las Reuniones Anuales de 2022 del Banco Mundial y el FMI, a las que asistirán partes interesadas de todo el mundo para analizar el camino a seguir en materia de desarrollo y delinear las medidas principales para enfrentar este momento. Por primera vez en más de dos años, las Reuniones Anuales se realizarán de manera presencial.

 

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