El Reino Unido ha reconocido por primera vez en papel que tendrá que pagar dinero a la Unión Europea por retirarse del bloque en un intento por suavizar las disputas sobre la llamada «factura del Brexit», informó Bloomberg.

«El Gobierno ha sido claro en que trabajaremos con la UE para determinar una solución justa a los derechos y obligaciones del Reino Unido como estado miembro de salida», dijo el jueves la ministra del Brexit, Joyce Anelay, miembro de la Cámara de los Lores, en una declaración por escrito al Parlamento que se refería explícitamente al «acuerdo económico» con la UE. «El Gobierno reconoce que el Reino Unido tiene obligaciones con la UE y que la UE tiene obligaciones con el Reino Unido, que se mantendrán después de la retirada del Reino Unido y que deben ser resueltas».

La factura de salida del Reino Unido se ha convertido en uno de los temas más espinosos en las negociaciones del Brexit. Los medios de comunicación han especulado que la cifra podría ser de hasta 100.000 millones de euros. La primera ministra, Theresa May, tiene que llegar a un acuerdo con sus homólogos de la UE sobre el pago, porque es una de las tres áreas -junto con los derechos de los ciudadanos y la frontera con Irlanda- para la que la UE exige «un avance suficiente» antes de que las conversaciones puedan pasar a la futura relación comercial.

«Puede quedarse esperando»

La declaración de Anelay contrasta con el tono más beligerante empleado por el secretario de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, hace apenas dos días. Respondiendo a preguntas en el Parlamento, Johnson estuvo de acuerdo con el parlamentario tory, Philip Hollobone, quien sugirió que el secretario de Relaciones Exteriores «debía dejar claro a la UE que si quiere un penique más» del Reino Unido como parte del acuerdo del Brexit «puede quedarse esperando». Johnson manifestó que las sumas propuestas por la UE que él había visto le parecían «exorbitantes».

El primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, dijo el 29 de abril que la suma sería entre 40.000 millones y 60.000 millones de euros. Si bien los medios de comunicación han mencionado una cifra incluso más alta, el negociador de la UE Michel Barnier no ha apoyado públicamente un número.

Se trata de la primera vez que el Reino Unido ha reconocido por escrito la necesidad de pagar un acuerdo económico. Cuando May escribió al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en marzo para invocar oficialmente los dos años de negociaciones para el Brexit, se refirió a la cifra de manera indirecta, al decir que «tendremos que hablar de cómo determinar una solución justa de los derechos y obligaciones del Reino Unido como un estado miembro que se retira».

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