Conforme a los últimos datos de los principales indicadores de corto plazo de actividad económica de nuestro país que muestran un repunte, en línea con el retiro gradual de las medidas de control sanitario y el impulso de las políticas de apoyo a los ingresos de los hogares y las empresas desplegadas, se estima que el 2020 finalizará con una caída del PIB del 1,5%, una contracción menos severa que la pronosticada en julio pasado, informó este miércoles el Banco Central del Paraguay (BCP).

El Plan de Levantamiento Gradual del Aislamiento Preventivo General ha permitido que la actividad iniciara una recuperación gradual, superando los mínimos alcanzados en los meses de abril y mayo. La evolución del escenario macroeconómico sigue determinada por el desarrollo del Covid-19 y las medidas necesarias para proteger la salud de la población. Según los informes del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPYBS), el ritmo de la epidemia se ha estabilizado en meses recientes.

Este proceso de flexibilización de las medidas restrictivas, no está exento de algún retroceso, el cual está condicionado a la progresión de los indicadores epidemiológicos  monitoreados por el MSPYBS. Sin embargo, la experiencia acumulada por la población, las medidas preventivas impuestas por las autoridades sanitarias y el refuerzo del sistema de salud, reducen la probabilidad, ante un aumento del ritmo de contagio, de que se reimpongan cuarentenas estrictas.

Tal como lo esperado y señalado en el último informe de julio, se observa una recuperación de la economía a partir del tercer trimestre y su velocidad dependerá de una combinación de factores: i) una mejor respuesta sanitaria del sistema sanitario compatible con la actividad económica, ii) una rápida adaptación a las nuevas condiciones de funcionamiento bajo la COVID-19, principalmente de aquellas actividades de los Servicios que requieren interacción social, y iii) el impulso de diversas medidas adoptadas por el gobierno.

Producción

Tras una aguda caída en el segundo trimestre (-6,5%), la economía paraguaya empezó a mostrar signos de recuperación, registrando tasas positivas de crecimiento en los meses de junio y julio. Varias actividades económicas habían iniciado una reapertura gradual, conforme se avanzaba de fases en la cuarentena inteligente, impuesta por las autoridades sanitarias. Dado este escenario, se prevé una revisión al alza en el PIB del orden del -1,5%, significando una menor caída a la prevista en el informe anterior (-3,5%).

Esta revisión contempla perspectivas más positivas, reflejadas principalmente en aquellas actividades que empezaron a mejorar antes de lo previsto, entre ellas, algunas ramas del sector terciario, en donde se encuentran mayormente aquellos servicios que requieren interacción social o aglomeran personas.

El sector primario mantiene la misma tasa de crecimiento del informe anterior (8%), ratificada por los resultados favorables que alcanzaron los productos agrícolas más importantes al cierre de la campaña 2019/2020, especialmente la soja, que constituye el principal rubro de la agricultura, arrojando como resultado una súper producción de alrededor de 11 millones de toneladas, según datos del Departamento de Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de Agricultura y Ganadería y acordes con las informaciones de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO) y la Unión de Gremios de la Producción (UGP).

De este modo agricultura mantiene la tasa de crecimiento del 10,5%, anticipada en el informe anterior. Asimismo, tal como se preveía en el informe anterior, la ganadería tendrá una expansión del 5%, producto de aumentos en la faena de ganado bovino, coherente con una mayor demanda interna y externa. Si bien, tanto la agricultura como la ganadería están más expuestas a los efectos negativos del clima, la falta de lluvia ha demorado el inicio de la campaña agrícola 2020/2021, sin embargo, en días recientes se produjeron las precipitaciones y mejoraron las perspectivas meteorológicas, según agentes del sector.

El sector secundario ha sido revisado al alza, con una tasa que iría del -2,3% a una del -1,1%, explicada por una menor caída en el sector manufacturero (-2,5%), con desempeños positivos en aquellas ramas agroindustriales como producción de carne, lácteos, azúcar entre otros, así como en los minerales no metálicos y metales comunes, cuyas actividades están ligadas al sector construcción, que presenta una tasa de expansión significativamente mayor al informe de julio pasado, con una revisión al alza del 3,5% al 7%. Por su parte Electricidad y Agua tendrá una contracción mayor a la pronosticada en el informe de julio (-4,5%), debido fundamentalmente a que no se avizoran cambios importantes en el desempeño de la producción de las binacionales en lo que resta del año, por un lado, producto de la sequía que afecta a los principales causes hídricos (shock de oferta) y por otro lado una menor demanda de energía por parte del Brasil (shock de demanda).

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