El petróleo está condenado a tener cada vez un menor protagonismo en el mundo de la energía. Ahora que el oro negro intenta recuperar un precio «digno» para los países productores, tras la bofetada que ha supuesto el boom del fracking y el shale, los vehículos eléctricos y la eficiencia energética se preparan para dar la estocada a este combustible fósil, según publica hoy El Economista.

Cuándo será el último día?

Los economistas del Fondo Monetaria Internacional (FMI) Reda Cherif, Fuad Hasanov y Aasim M.Husain, creen que ahora lo importante es analizar cuándo llegará ese día en el que se extraiga el último barril de crudo para producir energía, porque lo que está claro es que el la era del final tiene los días contados.

«La revolución del transporte está en camino y va a transformar completamente el mercado de petróleo en las próximas décadas», destacan estos expertos. Cuando el petróleo dio comienzo a su debacle a mediados de 2014, desde el FMI se atribuyó este movimiento a factores relacionados con la oferta, como la expansión del fracking y el shale oil en EEUU, y el avance de la tecnología en la extracción de crudo en otros países.

Sin embargo, nuevos estudios demuestran que las nuevas tecnologías como el coche eléctrico y la generación de energía solar y eólica, «pueden afectar de una forma más profunda a la demanda de petróleo».

El petróleo será el nuevo carbón

Los economistas del FMI explican en la web de la institución que hace cien años, el carbón representaba cerca del 80% del consumo de energía en EEUU. En la actualidad esta cuota ha caído por debajo del 20%. «Esta reducción se ha producido a pesar de que el carbón es barato, mucho más que el petróleo, pero no era una alternativa real para los vehículos a motor».

«Con los vehículos eléctricos y la energía renovable en auge, el mundo está al borde de sufrir una revolución en el transporte y en la tecnología que podría transformar el mercado del petróleo de la misma forma que cambió el mercado del carbón», aseguran dichos economistas.

La invasión del coche eléctrico

El propio FMI asegura en un documento de trabajo publicado en mayo de este año que los coches eléctricos representará alrededor del 90% del stock de autmóviles en las economías avanzadas en el 2040, es decir, en poco más de 20 años. En los países emergentes se espera que para ese año más de la mitad de la flota de coches activos sea también eléctrica.

El coste de la producción solar se ha desplomado alrededor de un 80% desde 2008, mientras que el de la energía eólica ha caída en un 60%. Esto se une a la obsesión de muchas empresas y consumidores en Occidente por la eficiencia en el consumo, que lleva a las firmas que producir coches más eficientes y a los individuos a utilizar nuevas fórmulas y medios, no sólo a través del transporte público, sino también a través de plataformas de transporte compartido.

Como concluye el trabajo del FMI Rideing the Energy Transition: Oil Beyond 2040, en 2040 el uso del petróleo podría caer a los niveles del carbón. Este cambio en la demanda podría causar una substancia reducción del precio del petróleo durante la transición energética.

«El modelo económico de muchos países exportadores de petróleo no será sostenible en ese mundo… para preparar ese futuro, estos países deben diversificar sus economías», sentencia el trabajo.

Como señaló hace tiempo As Sheikh Zaki Yamani, exministro de Petróleo de Arabia Saudí, «la Edad de Piedra no se acabó por la escasez de piedra, la Edad del Petróleo llegará a su fin, pero no por escasez de petróleo», tal y como muchos expertos habían vaticinado años atrás.

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