La agencia Moody’s ha rebajado en un escalón la nota de solvencia de la deuda a largo plazo y los depósitos de Türkiye Garanti Bankasi, entidad turca en la que BBVA controla el 49,85% del capital social, situando su calificación en ‘B1’ con perspectiva negativa, en el marco de un recorte generalizado de la calificación de solvencia de la banca otomana ante el «sustancial incremento del riesgo de un escenario bajista», después de recortar a mediados de agosto la calificación soberana de Turquía, informó hoy El Economista.

La calificadora de riesgos, que el pasado 17 de agosto rebajó la nota de solvencia de la deuda a largo plazo de Turquía a ‘Ba3’ con perspectiva negativa desde ‘Ba2’, recortando el techo para el rating de los depósitos en divisas a ‘B1’ desde ‘Ba3’, ha rebajado la calificación de un total de 18 bancos y 2 entidades financieras turcas.

En el caso de 14 de los bancos afectados, incluído Garanti, y las dos firmas financieras la rebaja se ha limitado a un escalón, mientras que los bancos Denizbank, Odea Bank, Turkiye Is Bankasi y Turkiye Sinai Kalkinma Bankasi vieron reducida su valoración de solvencia en dos peldaños.

«Las rebajas reflejan principalmente el sustancial incremento de un escenario bajista, donde un empeoramiento adicional de la confianza de los inversores podría llevar a una reducción de la financiación mayorista», señalan los analistas de Moody’s, que destaca el deterioro mayor de lo previsto del entorno operativo en Turquía, recortando así el perfil macroeconómico de los bancos del país a ‘Débil-‘ desde ‘Débil’.
Dependencia externa

La calificadora de riesgos considera que los bancos turcos son altamente dependientes de la financiación en moneda extranjera, con alrededor de 186.000 millones de dólares (159.372 millones de euros) en fondos denominados en divisas el pasado mes de junio, equivalente al 75% de sus fondos mayoristas, haciendo al sistema bancario turco particularmente sensible a potenciales cambios en el ánimo de los inversores.

En este sentido, Moody’s apunta que a lo largo de los próximos doce meses las entidades tendrán que refinanciar alrededor del 41% de estos fondos, advirtiendo de que en un escenario a la baja existe el riesgo de un cierre prolongado de los mercados mayoristas que llevaría a la mayor parte de entidades a desapalancarse de forma material o a buscar apoyo financiero externo del Gobierno o del banco central.

Asimismo, en un escenario así, podría verse afectada la base de depósitos, con un importante peso de los depósitos en divisas, ya que las empresas y hogares turcos mantienen alrededor de 196.000 millones de dólares (168.000 millones de euros) en depósitos en divisas, prácticamente el 40% del total.

Por otro lado, la agencia señala que la perspectiva negativa de los depósitos a largo plazo y de la deuda senior no garantizada de las entidades turcas refleja el riesgo de que una volatilidad prolongada del tipo de cambio o una brusca caída de la confianza de los inversores podría tensionar de forma significativa los depósitos y financiación en divisas de la banca otomana.

De este modo, Moody’s sigue los pasos de S&P Global, que la semana pasada rebajó en un escalón la nota de solvencia como emisor a largo plazo de Türkiye Garanti Bankasi, situando su calificación en ‘B+’ con perspectiva estable, tras haber recortado en un peldaño el rating asignado a la deuda a largo plazo de Turquía, que bajó desde ‘BB-‘ a ‘B+’ con perspectiva estable.

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