Cada vez hay más pruebas de que las intervenciones coordinadas en materia de inclusión económica pueden proporcionar una valiosa vía para salir de la pobreza extrema. En el último Informe sobre el estado de la inclusión económica 2021: El potencial para ampliar la escala (i) del Banco Mundial se analizaron los impactos de los programas de inclusión económica en diversos contextos y se confirmó que dichos programas pueden desempeñar una función fundamental para ayudar a las personas extremadamente pobres a emprender una trayectoria ascendente.

Aunque la mayoría de las pruebas existentes se derivaron de programas encabezados por organizaciones no gubernamentales, especialmente los tradicionales programas de graduación (i), los Gobiernos han estado a la vanguardia de la expansión de los programas de inclusión económica en todo el mundo en los últimos años. Este cambio ha reavivado los debates sobre los impactos de los programas de inclusión económica a gran escala, debido a las preocupaciones respecto de la complejidad, la capacidad y la eficacia en función de los costos.

Impacto de los programas de inclusión económica

En la síntesis del Informe sobre el estado de la inclusión económica 2021: El potencial para ampliar la escala (PDF, en inglés) se examinan 43 programas de inclusión económica gubernamentales y 37 no gubernamentales (Gráfico 1). Las pruebas son representativas de la distribución de los programas en las distintas regiones: la mayoría se encuentra en África al sur del Sahara (38 %) y Asia meridional (20 %).

Gráfico 1. Distribución de los programas de inclusión económica analizados

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Distribución de los programas de inclusión económica analizados. © Banco Mundial

Fuente: Informe sobre el estado de la inclusión económica 2021.

En el corto plazo, los programas de inclusión económica han ayudado a los participantes a invertir en activos productivos, así como a ahorrar, obtener ingresos y consumir más de lo que podrían haber hecho sin estos programas (Gráfico 2). La mayoría de los programas aumentan los ingresos de los hogares y su resistencia a las crisis al diversificar los medios de subsistencia y las fuentes de ingresos, facilitar el ahorro y el acceso a préstamos asequibles, y crear activos y redes sociales.

Varios programas también han empoderado a las mujeres mediante la mejora de las oportunidades económicas, la propiedad de activos y las redes sociales.  Los escasos datos sobre los resultados para los niños revelan un impacto ampliamente positivo, indicando que las actividades de generación de ingresos promovidas por estos programas no reducen las inversiones en capital humano.

Gráfico 2. Resumen de los impactos generales de los programas de inclusión económica

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Resumen de los impactos generales de los programas de inclusión económica.

Fuente: Informe sobre el estado de la inclusión económica 2021.
Nota: El gráfico muestra, dentro de cada categoría de resultados generales, el número de evaluaciones en que se informó al menos un indicador con un impacto positivo importante al nivel del 10 % o superior, o impacto nulo.

Sin embargo, es inevitable que haya varias discusiones en curso. En este blog del Banco Mundial se analizan tres: la sostenibilidad de los impactos, la agrupación de intervenciones (una característica clave de los programas de inclusión económica) y el impacto a escala.

Discusión 1: ¿Se mantienen estos impactos en el tiempo?

Los impactos de los programas de inclusión económica a menudo se mantienen, al menos en el mediano plazo, aunque por lo general son de menor tamaño. En la mayoría de los casos, los impactos son evidentes entre tres y cuatro años después de la inscripción en un programa (en el caso de los programas con plazos únicos o con plazos limitados, los impactos suelen durar uno o dos años después de que los beneficiarios salen del programa).

Sin embargo, se sabe mucho menos acerca de los impactos a largo plazo. Los escasos datos sugieren que el impacto a largo plazo se mantiene hasta siete años, pero los efectos se disipan después de 9 a 10 años. La base de evidencias sobre la sostenibilidad a largo plazo de los impactos debe ampliarse más allá del pequeño conjunto actual de programas, especialmente en el caso de los programas encabezados por Gobiernos.

Discusión 2: ¿Es importante agrupar las intervenciones coordinadas y multisectoriales?

Un conjunto integrado de intervenciones multisectoriales y coordinadas parece tener un mayor impacto en los ingresos, los activos y el ahorro en comparación con las intervenciones independientes. Si bien las intervenciones independientes también pueden tener un impacto, una sola intervención —una transferencia monetaria, una transferencia de activos o una donación para una empresa, capacitación o acceso al financiamiento— no necesariamente ayudaría a quienes enfrentan múltiples limitaciones, o lo haría en menor medida.

Así lo demuestran varios programas encabezados por entidades no gubernamentales, pero es necesario realizar más estudios para identificar: 1) las contribuciones marginales de las intervenciones a los impactos generales; 2) la función del tiempo, la secuencia y la coordinación para maximizar el impacto de un conjunto de intervenciones, y 3) las correspondientes repercusiones en la eficacia en función de los costos, especialmente en los programas gubernamentales.

Discusión 3: ¿Los programas de inclusión económica gubernamentales también tienen impactos?

Varios programas encabezados por Gobiernos han tenido impactos positivos en los ingresos, los activos, el ahorro y el consumo. Entre los programas en los que se informa sobre los resultados obtenidos, la mayoría señala impactos positivos en los activos (67 %), el ahorro (100 %), el empleo y la diversificación del ingreso (75 %), y los ingresos y el consumo (más del 50 %).

Los programas gubernamentales también mostraron impactos sostenibles, incluso a medida que los programas ampliaban su cobertura y alcance funcional (por ejemplo, el programa JEEViKa [PDF, en inglés] ejecutado en el estado de Bihar, India, y el programa Haku Wiñay [PDF, en inglés] de Perú) y en zonas propensas a crisis(por ejemplo, los programas de protección social adaptable en el Sahel [PDF, en inglés]).

Sin embargo, la amplitud y la profundidad de los datos sobre los programas gubernamentales son más limitadas en relación con los programas no gubernamentales (Gráfico 3).

Gráfico 3. Distribución de los estudios sobre resultados específicos, por organismo principal

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Distribución de los estudios sobre resultados específicos, por organismo principal.

Fuente: Informe sobre el estado de la inclusión económica 2021.

Los datos sobre los programas de inclusión económica aumentarán significativamente en los próximos años.

La nueva ola de evidencias se derivará de programas gubernamentales: en una cuarta parte de los programas analizados en la encuesta de situación 2020 de la Alianza para la Inclusión Económica (AIE) (i) se evaluará el impacto a escala. También se espera tener una comprensión más profunda de las cuestiones operacionales, como la agrupación y la coordinación de las intervenciones y las fallas básicas del mercado (vea el gráfico 4 y los programas de investigación conexos de Innovations for Poverty Action [IPA] [i], BRAC [PDF, en inglés] y el programa del Banco Mundial en el Sahel [i]).

Gráfico 4. Porcentaje de programas en los que se están realizando evaluaciones de impacto

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Porcentaje de programas en los que se están realizando evaluaciones de impacto.

Fuente: Encuesta de situación 2020 de la Alianza para la Inclusión Económica (AIE).
Nota: Las cifras muestran el porcentaje de programas que planean realizar una evaluación del impacto (N = 137).

Al respaldar este avance hacia programas basados en evidencias, la AIE está intensificando sus actividades de innovación y aprendizaje para apoyar la generación, conservación y aplicación de evidencias sobre los programas de inclusión económica. Esto ayudará a los Gobiernos, los equipos de país del Banco Mundial y la comunidad de profesionales en general a implementar programas de inclusión económica a mayor escala en beneficio de las poblaciones más pobres del mundo.

Fuente: Banco Mundial

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