El banco Itaú difundió este miércoles su análisis Macro Latam en el que se destaca que para 2018 reduce su proyección de crecimiento del producto interno bruto de 4% a 3,5% para el Paraguay. Además, estima que en este 2017 la economía crecerá 5% que por ahora mantiene pero observando cierto riesgo a la baja por efectos de las lluvias sobre la construcción, la ganadería y la zafriña.

El informe mensual Macro Latam, del referido banco y correspondiente a junio, señala que los datos del producto interno bruto (PIB) confirmaron el buen desempeño de la economía en el primer trimestre, pero que las fuertes lluvias de abril y mayo afectaron la actividad en el inicio del segundo trimestre y ponen en riesgo la proyección de crecimiento de 5% prevista inicialmente para este año.

Déficit fiscal

Con respecto al déficit fiscal acumulado en doce meses, a mayo, el informe de Itaú indica que se desaceleró a 1,4% del PIB desde el 1,7% registrado en abril, a raíz de menores gastos de capital.

El referido porcentaje se mantiene alineado con la meta prevista en la Ley de Responsabilidad Fiscal (-1,5% del PIB). “Mantenemos nuestra proyección de déficit fiscal de 1,5% del PIB para este año y el próximo, en línea con la meta prevista en la ley de responsabilidad fiscal”, añade el estudio.

Este nivel establecido por el banco sigue siendo mayor al estimado por los agentes económicos locales, del 4%, y por el Banco Central del Paraguay (BCP), del 4,2%; aunque en este último caso las autoridades de la entidad monetaria ya adelantaron que los perjuicios del clima podrían impedir que se crezca según lo previsto.

Las lluvias e inundaciones golpean fuertemente a las zonas productivas, principalmente en el sur del país, lo que hace temer que se llegue a la reducción de la perspectiva inicial e incluso afecte a la campaña agrícola de 2018, por los perjuicios en la producción de semillas.

Justamente, en lo que respecta para el próximo año, Itaú redujo la estimación de 4% a 3,5%, principalmente por la corrección a la baja de su proyección de crecimiento para Brasil y Argentina, y en menor medida por los efectos negativos que tendrían las lluvias sobre la cosecha del año entrante.

El tipo de cambio, por su parte, llegará para fin de año, según estiman, a G. 5.800 por dólar, lo que implica un leve incremento con respecto a la cifra inicial de G. 5.750 por dólar. Esto en línea con la expectativa de mayor debilidad de la moneda brasileña. Para el año 2018 se espera un cambio a G. 6.000 por dólar, ligeramente por encima de los G. 5.900 previstos inicialmente.

 

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