Los inversores siguen mirando con atención a los bonos británicos de largo plazo. Esta semana es clave porque el viernes, 14 de octubre, finaliza el programa de emergencia del Banco de Inglaterra (BoE). Y a falta de muy poco para concluir el plan, el mercado no se puede dar por estabilizado. No solo eso, sino que las perspectivas son preocupantes y nada hace presagiar que se vayan a contener las caídas, informó hoy jueves el periódico español eleconomista.es.

Las dudas que surgen son evidentes: ¿Qué ocurrirá cuando el banco central británico se retire a finales de semana? ¿Y si se repliega sin haber rematado su propósito? ¿En qué situación va a dejar al mercado de bonos? ¿Cuál es su horizonte?

De momento, las gráficas justifican la preocupación. Las rentabilidades de los bonos a diez, 20 y 30 años están volviendo a los máximos previos que se registraron a finales de septiembre y que llevaron al BoE a intervenir. Tras la actuación del organismo, se ha visto cómo se enfriaban los yields, el 28 del mes pasado, y, a continuación volvían a calentarse. Es decir, se ha producido una caída y una recuperación en ‘v’.

Compartir