El Banco de Inglaterra (BoE) ha anunciado que modificará de forma temporal sus herramientas para asegurar la liquidez en los mercados durante los días o semanas que dure la salida efectiva del Reino Unido de la Unión Europea. Este 29 de marzo es la fecha límite para que Londres abandone la UE, aunque una extensión de las negociaciones es una opción probable, el BoE quiere tener todo bien atado por si se produce una salida desordenada, informó El Economista.

Por ello, el BoE promete aumentar la frecuencia de las ya existentes operaciones de mercado abierto con libras esterlinas y de las subastas de liquidez de largo plazo (ILTRs por sus siglas en inglés). El incremento afectará a las subastas semanales y mensuales. Esta excepción que busca reducir el impacto en los mercados del Brexit se prolongará «durante las semanas que rodeen la fecha planeada para la salida de la UE», destaca el comunicado emitido por la entidad monetaria.

«Este cambio se aplicará en marzo y se extenderá hasta el final de abril. Este es un paso prudente y de precaución, consistente con el objetivo final del BoE para mantener la estabilidad financiera, para proveer flexibilidad adicional en la provisión de liquidez para la banca en los próximos meses», reza el comunicado presidido por Mark Carney. Además, el BoE vigilará muy de cerca las condiciones del mercado.

Para pedir liquidez en forma de reservas bancarias

Las subastas de largo plazo (ILTRs) son similares a las que usa el Banco Central Europeo, conocidas como TLTRO. En el caso del BoE su duración es algo inferior. El propio instituto monetario aclara que este tipo de operaciones permite a los participantes del mercados (sobre todo bancos) pedir liquidez en forma de reservas bancarias por un periodo de seis meses. Los bancos deben dar a cambio al BoE otros activos menos líquidos (colateral).

Este tipo de subastas contrastan con las operaciones habituales de mercado abierto en las que los bancos centrales prestan liquidez por periodos muy cortos de tiempo (un día o una semana). Las ITLRs y las TLTRO proporcionan mayor certidumbre y estabilidad al presentar unos vencimientos mucho más extensos y que, además, suelen contar con ventanas de amortización temprana durante el periodo de su vigencia, dando gran flexibilidad a los bancos para planificar sus decisiones.

Además de estas medidas, el BoE trabaja con el Banco Central Europeo con un grupo de trabajo formado por expertos de ambas entidades que están analizando todos los riesgos según el tipo de escenario que se pueda producir durante y tras las negociaciones entre Londres y Bruselas.

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