La industrialización de soja acumulada hasta el mes de agosto alcanzó 2.322.841 toneladas, un incremento de más de 340 mil toneladas con respecto al promedio para este periodo en los últimos tres años sin sequía, según el informe mensual de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO).

El procesamiento registrado durante este octavo mes del año, con 343.281 toneladas, ha sido el más alto conseguido en lo que va del año, así como el mejor registro para este mes desde el 2018.

Las cifras confirman la tendencia anticipada en torno al segundo semestre el cual se presenta con resultados positivos para la agroindustria.

Esta información clave se traduce en un impacto muy favorable en el resto de la cadena de valor y en general, en la economía nacional.

El aumento de la industrialización de las materias primas producidas a nivel local genera una fuente estable de ingreso de divisas al país, y, por ende, el efecto derrame se extiende a los diferentes sectores de la cadena agroindustrial, generando más y mejores empleos para miles de familias a lo largo y ancho del Paraguay.

La industrialización de soja registra una utilización de la capacidad instalada del 82% este mes, lo que representa un incremento de 2 puntos porcentuales con relación al registro que se había obtenido en el acumulado a julio.

Este porcentaje representa además una mejora de 5 puntos porcentuales con relación al mismo periodo del año pasado y es el mejor registro conseguido hasta agosto, en lo que va de la década actual.

De esta manera, incluso con los buenos registros que se han observado en lo que va del segundo semestre del año en cuanto a industrialización de materias primas, impulsada por la reducción de las presiones internacionales hacia la agroindustria nacional, se mantiene cierto nivel de capacidad ociosa que sobre la cual se podría mejorar.

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