El Consejo Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aprobado un principio de acuerdo para el préstamo de 1.300 millones de derechos especiales de giro (unos 1.600 millones de euros) a Grecia, en el primer compromiso de este tipo con el país heleno en los últimos dos años, aunque el desembolso no se hará efectivo hasta que la institución reciba garantías del resto de países de la eurozona sobre las medidas adoptadas para garantizar la sostenibilidad de la deuda griega.
«El acuerdo solo se hará efectivo tras recibir garantías específicas y creíbles de los socios europeos de Grecia para asegurar la sostenibilidad de la deuda, siempre que Grecia siga cumpliendo el programa», según un anuncio del FMI divulgado por medios periodísticos europeos.
La institución internacional ha subrayado además que será necesaria una segunda decisión de la comisión ejecutiva para que el programa sea efectivo. El acuerdo expiraría el 31 de agosto de 2018, poco después de que termine el programa de ayuda del Mecanismo de Estabilidad Europea.
«El programa da espacio de maniobra para movilizar las profundas reformas estructurales que Grecia necesita para prosperar dentro de la zona euro y un marco para que los socios europeos de Grecia entreguen más ayuda a la deuda para restaurar la sostenibilidad de la deuda de Grecia», ha dicho la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
Por su parte, el director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEdE), Klaus Regling, ha expresado su satisfacción por la decisión de la Ejecutiva del FMI destacando que la condicionalidad compartida entre los programas del MEdE y del FMI garantiza la «completa alineación» respecto al paquete de medidas para Grecia.
«Esto debería permitir a Grecia completar de manera exitosa las reformas previstas hasta el final de los programas del FMI y del MEdE en agosto de 2018 con el fin de reconstruir una economía competitiva y recuperar la confianza de los mercados», declaró Regling.