Un análisis acerca de los elementos clave del Plan Nacional Agroforestal y su necesidad de aplicación realizado por el Ing. Alfredo Molinas, asesor agroambiental y ex ministro de Agricultura y Ganadería, y de Ambiente refleja que la visión del sector Agroforestal del Paraguay es lograr el desarrollo sustentable e inclusivo para el año 2030, contribuyendo a mejorar la competitividad del sector forestal y agrario, con énfasis en la Agricultura Familiar.

Para lograr esto, las instituciones involucradas trabajan en forma coordinada, articulada y complementaria, fomentando el empoderamiento de las comunidades, el mejoramiento de las capacidades técnicas y humanas, y la participación permanente de los miembros de la Agricultura Familiar en la construcción de estrategias, dijo el especialista.

Dicho plan tiene como marco temporal un periodo de 15 años. Este periodo es considerado suficiente para la implementación de acciones a corto, mediano y largo plazo.

Para la implementación del plan se determinaron cuatro rangos de potencial para el desarrollo forestal (muy bajo, bajo, bueno, muy bueno). Los distritos que en 2013 fueron considerados polos para este desarrollo son: Horqueta, San Pedro del Ycuamandyju, San Estanislao, Curuguaty, Caacupé, Arroyos y Estero, Coronel Oviedo, Carapeguá, Ybycuí, San Juan Nepomuceno y Yuty.

Estas zonas productivas sumarían un total de 1.110.899 hectáreas aptas para la producción agroforestal, que involucraría a unos 40.564 pequeños productores.

Política Nacional Forestal
Los objetivos de todo plan de desarrollo agroforestal responden a la política nacional que vela por lo siguiente:

• Revertir el proceso de pérdida y degradación de los bosques y promover el manejo sostenible de los ecosistemas forestales.

• Promover e incentivar la inversión pública y privada en la reforestación, la agroforestería y el enriquecimiento de bosques naturales degradados, para recuperar tierras de uso económico forestal, incorporarlas al desarrollo económico, producir materia prima industrial y de consumo energético y generar fuentes de empleo en el medio rural.

• Proveer condiciones adecuadas y seguridad jurídica para las inversiones.

• Mejorar la competitividad y eficiencia foresto-industrial para mayor valor agregado de los productos forestales y posicionarse en los mercados.

• Promover la valoración económica de los bienes y servicios provenientes de los bosques nativos y plantaciones forestales.

• Fomentar el desarrollo de la investigación forestal y su difusión para mejorar la generación y transferencia de tecnologías apropiadas.

• Crear y fortalecer un Sistema Nacional de Información Forestal.

• Promover la formación y capacitación permanentes de recursos humanos calificados.

• Promover la concienciación de la población en la conservación y uso sostenible de los bosques y su importancia estratégica en el desarrollo económico del país.

• Mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales incorporándolas en las actividades de manejo forestal.

Básicamente, los Sistemas Agroforestales (SAF) a todo tipo, escala y nivel tecnológico diferenciados, promueve el manejo de cultivos y el manejo de suelos, a través de la mejora en rendimientos, combinación de la producción de cultivos forestales arbóreos (árboles maderables y no maderables, frutales y otros), con cultivos agrícolas y/o animales de manera simultánea o secuencial sobre la misma unidad productiva, dijo el experto.

A esto se suma la complementariedad con prácticas de manejo compatibles con las costumbres culturales de la población local, fomentando el arraigo.

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