Rusia ha conseguido una pírrica ‘victoria’ en el campo económico durante 2022. Frente al desplome de su economía que habían vaticinado organismos y casas de análisis, la economía rusa ha resistido mucho mejor de lo esperado. Se cree que la recesión podría haber sido de entre el 2 y el 3% del PIB. La fuerte subida del precio de las materias primas (sobre todo petróleo y gas), junto a la pericia del Banco de Rusia y algunos asesores económicos de Vladimir Putin han permitido al país soportar las leoninas sanciones impuestas por Occidente. Sin embargo, este éxito podría tener las patas muy cortas, informo este lunes 23 de enero el diario español El Economista.

El tope de 60 dólares al petróleo ruso está empezando a hacer mella en las finanzas rusas. Algunos expertos estiman que Rusia podría estar perdiendo unos 160 millones de euros por día en ingresos petroleros desde que el tope está en marcha.

Rusia está gastando miles de millones en la guerra, mientras que los ingresos comienza a menguar. Esta situación podría disparar el déficit fiscal del país. Algunos analistas aseguran que Rusia podría verse tentada a vender reservas (oro, divisas…) para absorber rublos y financiar sus políticas sin generar más inflación. El problema, advierten, es que esto podría fortalecer al rublo y perjudicar a otros sectores exportadores.

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