Tras finalizar su tercer período como presidente ejecutiva del Fondo Andino de Reservas (FLAR), Ana María Carrasquilla se retira del cargo a finales de este mes de julio. En sus nueve años como presidente ejecutiva, Ana María consolidó el posicionamiento del FLAR en la región y en el escenario global, amplió su membresía regional, y logró el fortalecimiento patrimonial necesario para aprovechar el potencial de la entidad como un proveedor importante de liquidez a los bancos centrales de los países miembros.

El FLAR fue fundado en 1978 como Fondo Andino de Reservas (FAR), y posteriormente se transformó en Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) para permitir la participación a todos los países de América Latina. En la actualidad, la membresía del FLAR incluye ocho países de la región: Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

Ana María Carrasquilla se vinculó al FLAR en 2004 como Secretaria General de la entidad. En 2011 fue designada por su Directorio, constituido por los Gobernadores de los bancos centrales de Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, como Presidente Ejecutiva durante dos períodos que culminaron en julio de 2017, tras haber sido Presidente Ejecutiva encargada los tres años anteriores.

“Para mí representó un honor y un privilegio liderar la transformación del FLAR durante estos últimos 12 años. Hoy tenemos un Fondo fortalecido financieramente que le permite acudir en ayuda de sus miembros de manera más significativa. Además, somos un ejemplo de mejores prácticas en inversión de recursos públicos y manejo de riesgos, y también estamos a la vanguardia del debate de los principales temas macroeconómicos de los bancos centrales”. Durante el período de administración de Carrasquilla, el FLAR incorporó dos nuevos países, se modernizó la institución -que hoy se sitúa al nivel de los más altos estándares internacionales en cuanto al manejo de portafolios de inversión de recursos soberanos, gobierno corporativo y modernización tecnológica-, y se posicionó como un actor relevante en la arquitectura financiera internacional, en los contextos regional y global. Como resultado de ello, hoy en día el Fondo Latinoamericano de Reservas es reconocido como un elemento clave de la Red de Seguridad Financiera Internacional (“GFSN”, por sus siglas en inglés), complementario a la acción global del Fondo Monetario Internacional.

A diciembre de 2016 el FLAR cuenta con activos por USD 6.700 millones; un monto de capital suscrito de USD 3.900 millones y de capital pagado de USD 2.800 millones, con lo cual la capacidad de asistencia financiera se elevó a USD 4.800 millones. “El hecho de ser reconocido internacionalmente como parte importante del GFSN representa para el FLAR la oportunidad de proyectarse hacia el futuro como un instrumento esencial de la estabilidad financiera regional y global. Esto se logró después de varios años de esfuerzo constante y de trabajo en equipo”. El directorio del FLAR, en sesión del 29 de marzo pasado, designó a José Darío Uribe como Presidente Ejecutivo en reemplazo de Ana María Carrasquilla, quien asumirá nuevos retos en la academia y continuará vinculada a iniciativas como el robustecimiento de la GFSN, entre otras actividades profesionales.

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