Donald Trump está moviendo cielo y tierra para presionar a Rusia de todas las maneras posibles y que acepte poner fin a la guerra de Ucrania. Recientemente ha logrado un hito inesperado y contundente en esta estrategia: arrebatarle a Putin a unos de sus grandes compradores mientras los drones ucranianos obligan a dedicar todo su crudo a la venta internacional. Donald Trump, presidente de EEUU, ha dicho públicamente que Narendra Modi, su homólogo en la India, se ha comprometido a dejar de comprar crudo a Rusia, informó hoy lunes el diario español eleconomista.es.

En una conferencia de prensa este jueves, el republicano afirmó que «las llamadas todavía están en curso, pero me han asegurado hoy que pondrán fin a las importaciones». El propio ministerio de Exteriores de la India reconoció el acuerdo en un comunicado posterior aunque evitando referirse a un abandono absoluto, alegando que «diversificaremos nuestro suministro». Eso sí, el portavoz del ministerio, Randhir Jaiswal, dijo a los periodistas que «no estamos todavía al tanto de ninguna conversación Trump-Modi». Por su parte, Trump alegó que será un proceso gradual para garantizar su estabilidad energética. «Ahora mi objetivo es que China haga lo mismo», agregó Trump.

La India se había convertido en uno de los grandes pilares por las que el Kremlin obtiene financiación a través del petróleo. El subcontinente asiático ha aumentado de forma crítica desde que inició el conflicto sus compras. En un tiempo récord ha pasado de que las importaciones crudas representan cerca de un 2% (año 2019-2020) a ser su principal proveedor. En junio de este año alcanzó un máximo histórico de 2,08 barriles diarios de crudo ruso y, aunque ha relajado ya sus compras, las últimas cifras (septiembre) son de 1,6 millones de barriles diarios. Para entenderlo, se trata del 34% del suministro total importado del país.

Desde que en agosto se hizo oficial la medida ambos países han estado envueltos en serias negociaciones que se habrían resuelto, según Trump, con un abandono ordenado, poco a poco, de las compras a su principal suministrador. De momento el mercado no se cree la noticia pese al anuncio de Trump. Si bien el crudo subió un 1% ayer tras las palabras del republicano, el anuncio posterior de Nueva Delhi, más difuso, enfrió las aguas e hizo pensar que se trataba de una exageración desde la Casa Blanca.

Los efectos del ‘bloqueo’

Desde Capital Economics creen que es muy complicado que corte los lazos con Rusia… pero sí ven una reducción muy importante. «Habrá un clamor entre los exportadores indios por reducir las compras de crudo a Rusia por los aranceles de Trump. Ya se están notando con una caída intermensual de un 20% de las exportaciones India-EEUU nada más imponerse las medidas». En ese sentido, apuestas por una caída sostenida como la que está produciendo. «Los datos del 12 de octubre muestras que las exportaciones de crudo de Rusia a la India han disminuido considerablemente».

Desde ING creen que aunque el anuncio de la India aguó un poco la fiesta de Trump, realmente confirma una línea común y un compromiso por reducir las compras. «El Ministerio de Asuntos Exteriores de India afirmó que diversificará sus fuentes de abastecimiento, garantizando al mismo tiempo la estabilidad de los precios de la energía y la seguridad del suministro».

El banco neerlandés explica la caída del crudo más bien en las cifras del Instituto Americano del Petróleo (API) que «muestran que los inventarios de petróleo crudo aumentaron portercera semana consecutiva en 7,36 millones de barrilesdurante la última semana, en contraste con la expectativa promedio del mercado de una reducción de 136.000 barriles». En resumen, el mercado observa un superávit desaforado con unos inventarios más robustos de lo que se creía y esto pesa más que el impulso alcista que ha venido desde Oriente.

Desde S&P Global vinculan los movimientos del último trimestre, con una caída de importante del 13% en las compras de crudo ruso, a la presión de EEUU y el proceso de diversificación. «Tras los aranceles las refinerías indias están diversificando sus canastas de crudo, aumentando los volúmenes de Colombia y Emiratos Árabes Unidos», comenta la agencia.

Un cerco casi atado

Rusia se está viendo obligada a aumentar sus exportaciones al exterior ya no solo por un presupuesto que ya siente duramente los estragos de la guerra, sino por su propia capacidad. El mismo Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, dijo esta semana en rueda de prensa que han reducido el suministro de gasolina del país en una quinta parte con los ataques de drones a sus refinerías. «Esto se tiene que verificar todavía, pero creemos que han perdido hasta un 20% de sus suministros de gasolina como resultado directo de nuestros ataques».

Esta situación ha llevado a Rusia a situaciones límite como desabastecimiento y racionamiento en varias provincias. «Parece ser la campaña más efectiva que Ucrania ha llevado a cabo hasta ahora», dijo Benedict George, jefe de precios de productos petrolíferos europeos en la consultora energética Argus. Desde Randstad Energy lo resumen diciendo que «cada barril de capacidad de refinación destruida en Rusia se traduce en presión adicional sobre refinerías fuera de Rusia. Esto no sólo sube los márgenes de refino, también incrementa la competencia por el crudo en el mercado internacional».

La distensión ya es una realidad y la presión podría emerger en un acuerdo de paz. Trump y Putin tuvieron este jueves una llamada que definió en Hungría, Budapest, para poner fin a la guerra o, al menos, avanzar en las negociaciones de paz.

«Acabo de concluir mi conversación telefónica con el presidente Vladimir Putin, de Rusia, y ha sido muy productiva. Nos ha felicitado a mí y a los Estados Unidos el republicano como un «gran paso adelante». Ambos líderes han acordado reunirse por el gran logro de la paz en Oriente Medio, algo que, según él, se ha soñado durante siglos». El republicano seguía alegando que «nos reuniremos en un lugar acordado, Budapest, Hungría, para ver si podemos poner fin a esta ‘infame’ guerra entre Rusia y Ucrania», ha indicado.

Queda por ver si esta paz llegará a buen puerto o si, tal y como sucedió a principios de año, queda truncada. En este caso lo ocurrido con India puede ser solo un episodio más de una potente escalada que ahora apunta al mayor pilar que sostiene a Putin: China. Si Trump cumple con lo prometido y la guerra no para, el conflicto comercial que ha involucrado a ambas partes puede entrar en una nueva dimensión en la que Rusia se convierta en el ‘casus belli’ que incendie el comercio global.

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