En las últimas décadas se han dado en Chile pasos gigantescos en materia de inclusión financiera, lo que se traduce en que hoy el 98% de la población mayor de 15 años cuenta con algún producto financiero, según un estudio de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras.
Por ejemplo, en Chile –el país de América Latina con la mayor penetración de internet– es posible contratar un crédito, un depósito a plazo, comprar acciones, activar y desactivar la tarjeta de débito y crédito, chatear con un ejecutivo, además de realizar todo tipo de pagos y transferencias vía web o el teléfono móvil.
A juicio de Alejandro Figueroa, gerente de Riesgo Tecnológico, Ciberseguridad y Fraude de BBVA Chile, para aprovechar las enormes ventajas y beneficios que ofrecen los canales digitales de manera ágil y segura, resulta fundamental avanzar en la educación de los usuarios.
Es por ello que compartió 10 consejos que pueden ayudar a las personas a operar con mayor seguridad en la banca digital:
- Eliminar correos electrónicos que informen sobre una supuesta suspensión de la cuenta bancaria, una citación a un tribunal o una eventual devolución de intereses, a pesar de que sean personalizados. Estos ‘e-mails’ buscan que se cliqueen los ‘links’ o archivos adjuntos, para tomar el control del computador y obtener de esta forma las claves de acceso.
- Nunca entregar las claves de los productos por teléfono, especialmente a un tercero. Las claves son personales e intransferibles.
- Al girar dinero de un cajero automático o pagar con una tarjeta bancaria procurar siempre tapar el teclado del terminal al digitar la clave. Es recomendable además nunca entregar la tarjeta a un tercero y siempre ser uno mismo quien opera el terminal de pago.
- Emplear redes y terminales seguros, es decir, que utilicemos de forma habitual, evitando por completo los computadores o redes wifi de carácter público que podrían estar siendo utilizadas por terceros para capturar datos personales. Y en el caso de que sea estrictamente necesario su uso, cambiar las contraseñas bancarias cuanto antes.
- Nunca guardar contraseñas, números de cuenta o de las tarjetas u otros datos confidenciales en ningún computador o dispositivo móvil.
- Fijarse siempre si en el portal de pagos que se utilice aparece la figura o icono de un candado. Si no existe, el sitio no es confiable.
- Cambiar las claves frecuentemente y elegir contraseñas seguras, de preferencia que incluyan letras mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales. Es necesario usar distintas claves y, para mayor seguridad, cambiarlas cada dos meses.
- La banca digital permite acceder en cualquier momento a las cuentas, por lo que es aconsejable comprobar de forma periódica que no se hayan producido movimientos extraños, y que la fecha y la hora de conexión correspondan con la última sesión iniciada.
- Al terminar de usar el portal web del banco, preocuparse de cerrar la sesión y, en lo posible, también el navegador.
- Mantener siempre un respaldo de la información más sensible que pueda estar almacenada en los equipos computacionales, y actualizar el sistema operativo y los antivirus.