Al cierre del primer trimestre del presente año, el informe de la Situación Financiera de la Administración Central (Situfin) muestra un déficit equivalente al 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB), cuyo monto es de G. 1.017,2 mil millones (USD 183,9 millones).
El déficit de la Administración Central registrado al trimestre es producto de una mayor inversión social, como ser prestaciones sociales, además de bienes y servicios, y del impacto de los incrementos salariales aprobados para algunos sectores, el cual había sido advertido en su momento por el Ministerio de Hacienda. No obstante, se proyecta cerrar el año dentro de los limites similares al año pasado, dentro del margen que exige la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF).

El resultado anualizado es de -1,5% del PIB, el cual se encuentra dentro de los límites de la Ley Responsabilidad Fiscal (LRF). Tanto a nivel de resultado anual como el acumulado, se cumple con la mencionada normativa.

Por otra parte, los ingresos registraron una leve caída de 0,8% con respecto a igual trimestre del año anterior, explicada por hechos puntuales relacionados a los menores ingresos provenientes de las contribuciones sociales y menores ingresos registrados por royalties (ingresos del 2017 fueron más elevados como efecto de la producción récord de la Itaipu Binacional). Sin embargo, los ingresos tributarios siguen creciendo, con un buen desempeño en la recaudación de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) del 20,7% y de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) que denota un aumento del 8,8%.

Los gastos se incrementan en 11,5%, explicado por el aumento de las prestaciones sociales (19,3%), que corresponde principalmente a jubilaciones y pensiones del Magisterio Nacional, Fuerzas Armadas, Fuerzas Policiales, Magistrados Judiciales, entre otros. Así también, se observa un aumento de la pensión a Adultos Mayores en situación de pobreza correspondiente al 38%.

El uso de bienes y servicios se incrementó en 18,3%. En tanto que el gasto destinado a la remuneración a los empleados aumentó en 13,4% al primer trimestre del año, a raíz de los aumentos salariales sectoriales incluidos por el Congreso Nacional en el Presupuesto General de la Nación 2017.

Sin embargo, se destinan menores recursos tributarios al gasto en salarios, teniendo en cuenta que la proporción de ingresos tributarios destinados a servicios personales sigue una tendencia a la baja. La relación actual es del 79%, mucho menor respecto al 2013 que fue 98%.

La inversión social, la cual contribuye a reducir la pobreza, totalizó G. 4.501 mil millones (USD 814 millones). En tanto, la inversión física total fue de G. 610 mil millones (USD 110 millones), se observa una leve retracción en el primer trimestre de 2018, lo cual obedece a otro hecho puntual que es la menor disponibilidad financiera de recursos en relación al año pasado (en el primer trimestre del 2017 se tuvieron los recursos del préstamo programático del BID). Aun así, el promedio de la inversión de los últimos cinco años se ha duplicado con respecto a años anteriores, manteniendo así los niveles de inversión que impulsan el crecimiento económico.

En este contexto, Paraguay sigue destacándose a nivel regional por el manejo responsable de sus finanzas públicas, con el menor déficit fiscal y más sostenible.

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