La Encuesta de Situación General del Crédito (SGC), correspondiente al cuarto trimestre del 2022 y realizada periódicamente por el Banco Central del Paraguay (BCP), refiere que en el trimestre de referencia, se observó que el porcentaje de los encuestados que respondieron estar de acuerdo en que la coyuntura económica del periodo analizado es óptima para otorgar créditos al sector privado alcanzó el 50,0%. Este porcentaje es superior al resultado del tercer trimestre de 2022 (40,7%) pero inferior al reportado en el cuarto trimestre del 2021 (53,6%).

Dicha encuesta tuvo un porcentaje de respuesta del 100%, de los cuales el 65,4% corresponden a bancos, el 23,1% a empresas financieras y el 11,5% a otras entidades de crédito.

El índice de situación presentó un valor superior al observado en el tercer trimestre de 2022. En contrapartida, el índice de expectativas exhibió un resultado menor. Así, el índice de confianza se posicionó en un nivel por debajo del valor del trimestre previo.

Por su parte, los índices de difusión de las expectativas sectoriales se situaron en la zona de optimismo, en los plazos de tres, seis y doce meses.

Durante el cuarto trimestre del 2022, los encuestados respondieron que el principal aspecto evaluado para conceder créditos es el económico, seguido del aspecto climático y el aspecto político.

Por otra parte, los principales motivos que obstaculizan la concesión de créditos al sector privado son el historial y la falta de información de los clientes, seguido de la falta de proyectos rentables y la escasa garantía del prestatario.

Desde la visión de los tomadores de créditos, reiteradamente mencionan que las tasas de interés son muy altas, existe mucha burocracia, y que los requerimientos son muy complejos.

Finalmente, de una forma recurrente, la mayoría de los encuestados señalaron que existen muchas diferencias en los requisitos normativos para la concesión de créditos entre las entidades financieras reguladas y las no reguladas por el Banco Central del Paraguay (BCP). Consideran que las no reguladas por el BCP poseen ventajas competitivas en cuanto a costos financieros, exigencias de capital y normas crediticias.

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