El valor de comercialización, que corresponde a una mercadería o servicio, no solamente se compone de las inversiones realizadas en materias primas, mano de obra y bienes de producción. De la misma manera, también comprende las inversiones que fueron realizados en • El desarrollo del producto,
• El diseño del producto, y de su envase,
• La marca del producto, y la reputación de la misma que se forma través de la promoción del producto, así como a través las experiencias anteriores de los consumidores,
• Todo tipo de producción creativa, sea tangible o intangible. Mediante el Derecho de la Propiedad Intelectual, estos componentes intangibles de una mercadería o un servicio pueden ser protegidos de tal forma que se evitan las imitaciones y el apoderamiento de
nombres y diseños por parte de terceros.
La Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), dependiente del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), una vez registrada la propiedad intelectual sobre un producto, un nombre o un diseño, la utilización o imitación de los mismos constituye un delito conocido como piratería o plagio (si se utilizan componentes protegidas sin autorización del propietario) o
falsificación (si se trata de imitar un producto entero).
En el caso que un componente de propiedad intelectual no sea registrado como tal, el oferente corre el riesgo de que le sea usurpada sin tener medios jurídicos para apelar contra ello, o peor aún, que la propia creación sea registrada por terceros. En esta publicación se tratarán introductoriamente temas relativos a la protección de la propiedad intelectual, siendo responsabilidad del lector la necesaria profundización de estos temas, ya sea en forma independiente mediante asesores legales, a efectos prácticos de sus emprendimientos.
Formas legales de protección a la propiedad intelectual
En dependencia a la característica del bien creativo a ser protegido, las autoridades de propiedad intelectual en los distintos países comúnmente distinguen entre:
Marcas:
Son todos los signos que sirvan para distinguir productos o servicios de una determinada denominación de la de sus competidores, que pueden ser denominativas, figurativas o mixtas, olfativas, o tridimensionales. Las marcas podrán consistir en una o más palabras, lemas, emblemas, monogramas, sellos, viñetas, relieves; los nombres, vocablos de fantasía, las letras y números con formas o combinaciones distintas; las combinaciones y disposiciones de colores, etiquetas, envases y envoltorios. Podrán consistir también en la forma, presentación o acondicionamiento de los productos o de sus envases o envolturas, o de los medios o lugar de expendio de los productos o servicios correspondientes, además de otras características que individualizan a la marca.
Dibujos y modelos industriales
El dibujo o modelo industrial abarca todo lo relacionado al diseño de un producto, que lo distingue de sus competidores. Puede abarcar, entre otros, la forma distintiva de un envase, el diseño de una prenda de vestir, o la gráfica aplicada al rótulo de un libro. No requieren de un mayor nivel de sofisticación, siempre y cuando se demuestra su carácter original e innovador, es decir, que no se tiene conocimiento de que haya existido anteriormente un dibujo o modelo idéntico o muy similar. Por ello, son accesibles incluso para los pequeños y medianos productores, así como para artistas y artesanos individuales. A nivel nacional, el plazo de protección es de 5 años, con una posible renovación hasta los 15 años.