1. Oportunidades del mercado estadounidense
Los Estados Unidos constituyen el mayor importador, a nivel global. En 2016, el país importó bienes por USD 2,248 billones, lo cual son 14% del flujo internacional mundial. Asimismo, el país es el principal importador de productos agroalimenticios, que en 2016 ingresaron por USD 131.610 millones, equivalente al 10% del mercado global de importación. Luego de superar la crisis que afectó a los Estados Unidos durante la primera década del presente siglo, el país norteamericano presenta oportunidades muy interesantes para el exportador paraguayo.

Entre ellos se encuentran los productos de cuero y alimentos (por ejemplo chía, sésamo y azúcar), considerando el continuo crecimiento poblacional del país, que hoy cuenta con más de 320 millones de habitantes. Si bien, la actual administración busca reducir la importación de automotores y otros bienes manufacturados con el fin de refortalecer la posición estadounidense como potencia industrial, la gama productiva del Paraguay es altamente complementaria con la demanda de los Estados Unidos, por lo cual se puede esperar la continuidad de las oportunidades en este importante mercado.

2. Mercados internos de interés destacado
Para un exportador, es de importancia de delimitar las zonas internas a las cuales desea ingresar, ya que el país cuenta con distancias de miles de kilómetros entre sus distintos núcleos poblacionales. Los núcleos más importantes constituyen las zonas de Los Ángeles, San Francisco, Miami, Nueva York, Washington y Chicago. Atendiendo a las variaciones climáticas y culturales, las demandas varían en forma importante entre el norte y el sur del
país. Entre ellos, Miami cuenta con la mayor población de origen latinoamericano, y por ende, una mayor afinidad en cuanto a los patrones de consumo.

3. Las exigencias básicas del mercado estadounidense
Los Estados Unidos son comúnmente conocidos por sus altas exigencias hacia los productos comercializados, y el gran peso de los derechos de protección al consumidor. Es por ello, que una exportación requiere de una buena preparación, y de un conocimiento de los requisitos detallados en cuanto a la consistencia, el control de calidad y sanidad, y el etiquetado del producto.

Es de importancia contraer pólizas de seguridad para el caso de contiendas judiciales, que pueden ser protagonizados con facilidad por parte de clientes presumiblemente afectados por cualquier irregularidad. Aunque la misma no tenga consistencia, es necesario contar con los recursos para llevar a cabo el proceso jurídico.

Un requisito básico es, contar con un representante local, quien se encarga de los despachos, la distribución y la facturación de las mercaderías de exportación. El representante local debe contar con una constitución comercial legal en EE.UU, que tributa al fisco. Asimismo, es necesario asegurarse que el producto, su nombre, diseño o etiqueta no interfiere en los derechos de propiedad intelectual establecidos para terceros. La imitación deliberada de un producto existente puede conllevar costosas querellas, por lo cual se recomienda encaminar con anterioridad la protección intelectual de la propia mercadería, de su marca y de su diseño, lo cual implica el control de compatibilidad con otros productos ya protegidos.

Fuente: Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex)

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