El Banco Central Europeo parece haber tomado un rumbo claro, dejar los tipos sin cambios  ante un equilibrio que ya favorece a la institución. La inflación ya atada en el 2% provoca que el BCE considere innecesario añadir más carga a la economía, que está aguantando con crecimiento moderado. Con la tasa de depósito en el 2%, todo parece indicar que este equilibrio ha venido para quedarse. Sin embargo, las nubes en el horizonte han provocado una situación anómala. Se está produciendo una ‘subida fantasma del precio del dinero’ pero no desde Fráncfort, sino desde el sector bancario del Viejo Continente, informó este martes el diario español El Economista.

En su última encuesta empresarial el BCE muestra que las condiciones de crédito se han endurecido un 4% en términos netos. La institución pregunta a las empresas a través de una encuesta si las condiciones se han relajado o recrudecido y que hayan empeorado un 4% implica que el balance entre ambas respuestas se ha inclinado a lo segundo en esa proporción. Si bien no ha sido así en las hipotecas, sí que ha ocurrido en el crédito a los hogares (5%) y a las empresas.

Aunque hay que destacar que no se trata de una subida preocupante, marca un claro punto de inflexión al ser la primera desde 2024 en términos de condiciones de crédito. Respecto a los términos de este crédito se trata de la primera subida desde 2023. «Los resultados de la encuesta indican que las condiciones de crédito bancario se han endurecido, con un pequeño aumento neto en los tipos de interés de los préstamos bancarios, tras las importantes reducciones de las dos oleadas anteriores» comenta el BCE.

¿Qué es lo que ha pasado? Desde el mismo BCE indican que las firmas bancarias, ante un entorno que consideran cargado de incertidumbres, están decidiendo reducir el crédito que introducen en el sistema, drenando de liquidez ligeramente al mismo. No se trata de un cambio paradigmático, pero sí supone un giro respecto a la dirección hasta ahora que era invariablemente a la baja.

«Los bancos están citando riesgos de perspectiva económica como el factor principal para endurecer sus estándares. La alta incertidumbre y los riesgos comerciales han contribuido» explican el BCE. De cara al próximo trimestre, las empresas prevén que no haya cambios en la demanda de préstamos y que se mantenga congelado en los niveles actuales. Así se observa en uno de los gráficos publicados por el BCE que muestra un crecimiento relevante del saldo neto de las condiciones de crédito por primera vez desde 2023. En el mismo se muestra el porcentaje de crecimiento de la restricción al crédito preguntado a empresas de la UE, venía decreciendo desde sus máximos ese año y se trata del primer repunte.

«Aunque los bancos centrales están relajando tipos, los rendimientos a largo plazo y los riesgos fiscales deben ser vigilados» lo que implica tensión para los bancos al conceder crédito. Coincidía Natixis en un reciente informe publicado este mes de octubre. En un estudio liderado por Ivan Pavlovic, la firma francesa defendía que «si bien las valoraciones parecen cada vez más ajustadas, la demanda de crédito se mantiene robusta, lo que pone de manifiesto la capacidad del mercado para absorber la incertidumbre».

Por su parte en un informe publicado la semana pasada por Deloitte se comentaba que esperan un crédito enriqueciéndose con el paso del tiempo tanto en EEUU como en Europa. «Se prevé que el crecimiento (que se ha dado en el crédito) se estabilice tras una caída en 2025. La demanda se debilita a medida que los bancos endurecen sus criterios de concesión de préstamos».

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