La inflación del mes de diciembre del año 2025, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), fue del -0,3%, inferior a la variación del 0,7% observada en el mismo mes del año anterior. Con este resultado, la inflación del año 2025 asciende al 3,1%, por debajo del 3,8% verificado en el año anterior, informó hoy martes el Banco Central del Paraguay (BCP).
Por otro lado, se señala que la inflación núcleo se situó por encima de la inflación total mensual (en 0,1%). Así, la inflación del año medida por este indicador, alcanzó una variación del 3,3%, por debajo del 3,4% registrada en el año 2024.
Principales aspectos de la inflación
La inflación registrada en diciembre fue explicada, principalmente, por las bajas en alimentos -particularmente en los rubros volátiles-, combustibles y bienes durables de origen importado. No obstante, aumentos en los servicios moderaron las disminuciones observadas en el mes.
5,0% en octubre). Si bien las expectativas de inflación para 2025 y 2026 continúan elevadas, han mostrado una tendencia a la baja en los últimos meses, ubicándose en 4,4% y 4,2%, respectivamente.
En los mercados de commodities, el precio internacional del petróleo continuó descendiendo, mientras que los productos agrícolas mostraron un comportamiento mixto desde la última reunión del CPM. El precio del petróleo se ubicó en torno a los 58 USD por barril (promedio WTI-Brent), en un contexto de exceso de oferta a nivel global. Entre los productos agrícolas, el precio del maíz aumentó 4,3%, reflejando principalmente una
mayor demanda de corto plazo. En contraste, la cotización de la soja en el mercado de Chicago disminuyó 6,6%, debido a una demanda menor a la esperada por parte de China. Asimismo, el precio del trigo cayó 3,6%, presionado por expectativas de aumento de la oferta mundial.
En el último mes, la mayoría de las monedas de la región se han fortalecido frente al dólar estadounidense. Desde la última reunión del CPM, las monedas de Paraguay, Chile, Uruguay y Perú se apreciaron 3,8%, 3,1%, 1,5% y 0,6%, respectivamente. En cambio, el real brasileño y el peso colombiano se depreciaron 2,2% y 1,4%, respectivamente.