El milagro económico de China existe. Desde 1978 (cuando dieron comienzo las grandes reformas), la renta per cápita del ‘gigante asiático’ se ha multiplicado casi por 30, recortando terreno a buen ritmo a los países desarrollados, incluido EEUU. Sin embargo, China está entrando en una suerte de transición que amenaza con poner fin a este milagro antes de tiempo. Frente al éxito de economías como Corea del Sur, Japón, Taiwán o Singapur, China corre el riesgo de ‘ahogarse’ antes de llegar a la orilla de la prosperidad, como le ha ocurrido a muchas economías que se quedan atrapadas en la trampa de ingresos medios, según una publicación de hoy viernes del periódico español El Economista.

En este momento decisivo para China y para el mundo llega el Congreso del Partido Comunista de China, donde se afinarán viejas directrices y se trazarán algunas nuevas con el objetivo de reducir la dependencia de un mundo cada vez más convulso, estirar el milagro económico y repartir los frutos del mismo con una mayor participación de las políticas redistributivas.

Los ojos de medio mundo están puestos en este Congreso del Partido Comunista. El mejor estímulo que puede recibir la economía china (y quizá la mundial) es la flexibilización de las restrictivas políticas de covid, que llevan lastrando la economía del ‘gigante asiático’ todo este año. Sin embargo, los expertos no prevén un cambio brusco en estas políticas (más bien prevén más de lo mismo) que están reprimiendo la demanda y generando incertidumbre en el país. Esta vez China no saldrá al rescate del mundo.

Alicia García-Herrero, economista jefe de Natixis para Asia-Pacífico no prevé grandes cambios en el Congreso. Además, aunque se puedan trazar y esbozar ciertas medidas, estas no serán oficiales hasta que se celebren otros congresos más específicos a finales de este año. «En todo caso no se van a leventar las medidas de covid cero», asegura García-Herrero en declaraciones a elEconomista.es.

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