Los inversores internacionales ya están distinguiendo entre el Reino Unido y el resto de Europa, un proceso que se va ampliando a medida que se acercan los momentos definitivos del Brexit. Esto implica que los flujos de inversión en el resto de Europa está aumentando en detrimento del Reino Unido, lo que refleja el creciente entusiasmo por las grandes perspectivas económicas de Europa y el nerviosismo acerca de un Brexit peliagudo y posiblemente largo. Esta situación está llevando a los inversores a ‘meter’ su dinero en el Viejo Continente, pero con una condición, que sus inversiones estén lo menos expuestas posibles al Reino Unido.

Esto también ha llevado a la aparición este año de un tipo de inversión denominado Europa sin Reino Unido, ya que los inversores extranjeros buscan activamente evitar agrupar demasiados valores británicos en cualquiera de sus inversiones europeas.

El Reino Unido ha sido parte intrínseca del proceso de inversión europea durante décadas, y no en pequeña medida, debido al papel de Londres como centro financiero de la región y por los profundos vínculos que se habían generado por el libre comercio y la libre circulación de movimientos y de personas en la Unión Europea.

El Brexit lo cambia todo

Con el Brexit, y el futuro tenebroso de esas relaciones, hay una creciente percepción de que los mercados financieros de la UE y del Reino Unido desarrollarán sus propios programas y matices que requerirán poner a prueba los viejos supuestos.

Desde la firma de inversión francesa Natixis también destacan que la fortaleza del resto de Europa está relacionado con este proceso: «La recuperación europea está ganando fuerza y el crecimiento económico se expande por más países de forma sólida».

Además, estos expertos creen que el BCE ha ganando con claridad la batalla a la deflación y sin que se atisben riesgos de un crecimiento de los precios descontrolado. Esto se traduce en que el BCE puede seguir aplicando una política monetaria expansiva que mantendrá el euro «débil, lo que será bienvenido por las empresas que se dediquen a la exportación, que además se están beneficiando de la incipiente recuperación del comercio mundial».

Datos de Lipper (una compañía de Thomson Reuters) de los flujos hasta la fecha de fondos cotizados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés), un indicador de las inversiones de mayor tamaño, demuestra que esto está en marcha y los expertos creen que las diferencias se pueden incrementar si las negociaciones se complican.

Los ETFs que hacen seguimiento de las bolsas europeas excluyendo los de Reino Unido son los que están registrando la demanda más fuerte y los de mayor tamaño, el iShares MSCI Eurozone ETF , ha visto un incremento de 3.900 millones de dólares este año.

Esta aversión al Reino Unido por parte de los inversores internacionales está ayudando a debilitar la libra británica. Los inversores no quieren activos en esa divisa lo que está insuflando presión bajista sobre la divisa de las islas.

Evitan invertir en Reino Unido

Mientras tanto, los ETFs regionales que incluyen valores británicos han perdido dinero, sugiriendo así que los inversores que prestan atención solo a valores europeos están procurando activamente evitar las acciones de Reino Unido.

Europa sin Reino Unido no es un nuevo concepto de inversión, y el tamaño y alcance de los productos disponibles para los inversores es pequeño comparado con aquellos disponibles a escala paneuropea.

Según Lipper, hay más de 1.800 fondos de inversión a nivel global que invierten en valores paneuropeos y que unidos gestionan más de 250.000 millones de dólares (221.863 millones de euros).

El número de fondos que invierten en valores europeos excluyendo aquellos inscritos en Reino Unido, mientras tanto, son algo más de 150 y gestionan unos 50.000 millones de dólares (44.373 millones de euros).

Dicho esto, esta desvinculación ha sido notoria desde que Reino Unido votó a favor de dejar la UE en 2016. «Las dos regiones han estado separadas pero esto se ha acentuado con el Brexit», señalan fondo de capitales globales en Jupiter Asset Management.

«Los inversores estadounidenses dejaron el Reino Unido en las dos semanas después del Brexit -en julio de 2016 ya se habían ido. La incertidumbre del Brexit les ha mantenido fuera», dijo Mitchell, añadiendo que han vuelto a Europa pero no a Reino Unido. «Este va a continuar siendo el lo habitual por ahora».

Fuente: El Economista

Compartir