La economía de América Latina está en plena debacle y se encuentra en su peor momento, según observan analistas y agencias de análisis económicos. Sin embargo, una información que surgió recientemente va a contramano de esa creencia popular. ¿La razón? Brasil se perfila como uno de los actores más destacados en la economía mundial para 2028. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país sudamericano ascendería a la octava posición global, detrás de economías como Estados Unidos, China e India. Este avance se explica por una serie de factores que transformaron la estructura económica de este territorio en los últimos años.

Uno de los pilares clave del crecimiento brasileño fue la diversificación productiva. Tradicionalmente dependiente de las materias primas, Brasil invirtió en sectores como la manufactura avanzada, la tecnología, la energía renovable y la agroindustria, lo que permitió aumentar la productividad y atraer inversión extranjera directa. Además, el país impulsó reformas estructurales que han favorecido el desarrollo económico sostenido.

En este contexto, un estudio de la empresa de inversiones globales Goldman Sachs pronosticó que Brasil se convertirá en una potencia mundial para el 2050, superando incluso a naciones establecidas como Francia.

En el ámbito agroalimentario, Brasil sigue siendo una de las potencias más grandes del mundo. Es uno de los principales productores de soja, café y carne, y este sector generó ingresos significativos para la economía. Sin embargo, el país también destacó por su creciente ecosistema de startups y su apuesta por la investigación y el desarrollo en áreas tecnológicas, según publica Mundo Deportivo.

El mercado interno, por su parte, fue otro motor fundamental de la economía brasileña. La expansión de la clase media incrementó la demanda de bienes y servicios, lo que a su vez generó empleo y nuevas oportunidades de negocio. Las políticas sociales implementadas por el gobierno también contribuyeron a la reducción de la desigualdad y a la mejora de la calidad de vida de muchos brasileños.

Además, Brasil avanzó en el campo de las energías renovables, con un fuerte enfoque en la hidroelectricidad, la energía solar y la eólica. Esta transición energética no solo ha disminuido la dependencia de los combustibles fósiles, sino que ha generado nuevas fuentes de empleo y promovido una economía más sostenible.

Este crecimiento económico de Brasil tiene un impacto considerable en América Latina, ya que el país se convirtió en un referente regional. Su liderazgo podría fortalecer la integración de la región y aumentar la influencia de Latinoamérica en el ámbito global.

Economías globales para 2028

Según las proyecciones del FMI, las economías más grandes del mundo en 2028 estarán ordenadas de la siguiente manera:

  • Estados Unidos

  • China

  • India

  • Japón

  • Alemania

  • Reino Unido

  • Francia

  • Brasil

  • Italia

  • Canadá

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