La presidencia de BBVA tal y como está concebida hoy podría tener los días contados. Francisco González, número uno de la entidad, ocupa desde el 2000 la presidencia con poderes ejecutivos, algo que a ojos del BCE no gusta y más después del fallo del Tribunal General de la Unión Europea (TJUE). La sucesión en los mismos términos en BBVA se encontrará con este escollo, informó este martes El Economista.

En particular, los magistrados europeos entienden que una misma persona no debe ocupar los cargos ejecutivos y los representativos y así se lo han hecho saber a Crédit Agricole. Este fallo sobre el banco francés, que suele ser respetado por el BCE, es extrapolable a todas las entidades de crédito sometidas a supervisión prudencial.

La entidad gala, que aúna cuatro cajas regionales, quería nombrar a una misma persona para los puestos de presidente del consejo de administración y de «directivo efectivo» y el BCE se opuso al entender que las funciones ejecutivas y no ejecutivas debían estar separadas en el seno de un órgano de dirección. Crédit Agricole recurrió al TJUE, que en primera instancia ha desestimado los recursos y ha apoyado el criterio de la institución presidida por Mario Draghi.

«Es necesaria la búsqueda de una supervisión eficaz de la alta dirección por parte de los miembros no ejecutivos del órgano de dirección, lo que implica un equilibrio de las facultades en el seno del órgano de administración», indica el tribunal europeo. A su juicio, la eficacia de esa supervisión quedaría menoscabada si el presidente, pese a no desempeñar formalmente la función de consejero delegado, se encargara simultáneamente de la dirección efectiva.

 A la espera de que Francisco González se jubile en 2019, el fallo europeo podría alterar la hoja de ruta en la sucesión en BBVA. Según sugirió el propio González en la presentación de resultados de 2017, Carlos Torres, en la actualidad consejero delegado, sería el que sustituiría en el cargo en los mismo términos, algo cada vez más improbable.

En cualquier caso, la negativa del BCE es una opción contemplada por BBVA. De hecho, el banco ya habría elevado al organismo su propuesta.

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