La capital paraguaya toma el camino de las ciudades sostenibles, equitativas e incluyentes, a través de un proyecto de mejoramiento de barrios informales focalizado en uno de los barrios más antiguos. Compartimos un artículo publicado en LA Network, edición de marzo, en (Medellín –Colombia), organización que se define como un centro de gestión de conocimiento de ciudades latinoamericanas.

Aparece en los mapas con el nombre de barrio Ricardo Brugada pero todos los paraguayos le conocen como Chacarita y está atado a la historia del país y de su capital, como el río Paraguay a su territorio, el mismo que el afluente inunda cuando quiere.

Dicen que es el barrio más antiguo de Paraguay y datos ubican su nacimiento hasta en el siglo XVIII, pero ahora podrá ser uno de los más nuevos gracias a un proyecto de Mejoramiento Integral de Barrios (MIB) de la Secretaría Nacional de la Vivienda de Paraguay con apoyo de Hábitat para la Humanidad y recursos del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“El barrio se caracteriza por la informalidad y una segregación con el resto de la ciudad.  Lleva puestas muchas etiquetas y se le ha estigmatizado.  Está asociado con inseguridad y delincuencia  pero el barrio también tiene muchas potencialidades para trabajar en toda la integración con el resto de la ciudad”, dice la Ministra – Secretaria de Vivienda, Soledad Núñez.

Y es que todos en Latinoamérica pueden imaginar a Chacarita porque es un barrio en Asunción pero podría estar en Medellín, en Río o en Tegucigalpa.

Calles estrechas, asentadas parte en el llano, parte en una suave colina;  repletas de casitas pequeñas, unas de material, otras hechas con lo que bien se pueda tener a mano; con gente solidaria y otras que no han tomado el mejor camino. Un barrio sin desarrollo que mira de frente al pasado, presente y futuro de su ciudad. “Chacarita está ubicado en pleno centro, muy próximo al Palacio de Gobierno,  la Catedral, el Congreso, apenas a unos metros del Centro Histórico de Asunción”, agrega la Ministra Núñez.

“El fenómeno de la ciudad latinoamericana es común en la mayoría de los asentamientos que se dan en una forma similar. Tienen muchos elementos comunes que permiten que se identifique rápidamente la forma de convertir esta estrategia en un elemento replicable en estas ciudades”, dice el arquitecto Giovanny Marín.

Él es el Coordinador del Convenio Consultoría Paraguay de la EDU, la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín (Colombia), donde se desarrolla la metodología de Gestión Social del proyecto, gracias a que en esta ciudad colombiana se han realizado transformaciones similares, específicamente el MIB de Nuevo Sol de Oriente (o quebrada Juan Bobo) que en 2008 ganó el Premio Mundial Dubai a las mejores prácticas de Desarrollo Sostenible y de Mejoramiento de Condiciones de Vida entregado por ONU Hábitat.

El proyecto fue conocido de primera mano por la ministra Núñez lo que le permitió enterarse de manera tangible de lo que podría ser el proyecto para su gente en Asunción. “Conocí el proyecto Juan Bobo y lo que hicieron con la quebrada y esto tiene similitudes con los cauces que pasan por Chacarita”, relató la ministra Soledad Núñez, quien además agregó que la comunidad tiene desconfianza,  debido a las promesas incumplidas por mucho tiempo.

Pero el momento de transformación para Chacarita llegó y en los próximos cuatro años cerca de 1.000 familias de la parte Alta del barrio, la que no se inunda, cambiarán su rostro y será el espejo de la inclusión, la participación, la esperanza de desarrollo sostenible para una ciudad, un país.

Aunque Asunción ya había adelantado un proyecto similar en la Loma de San Jerónimo, el del barrio Ricardo Brugada le supera con creces en objetivos, dimensiones e inversiones: US$14 millones.

Así será la nueva Chacarita

“El mejoramiento contempla la protección y el mejoramiento de tres cauces que atraviesan el barrio con desniveles importantes donde se ubican familias en situación de riesgo”, detalla la ministra Núñez que habla con entusiasmo del proyecto.

A este ordenamiento del territorio se suman la construcción de parques lineales con apertura de calles, provisión de servicios públicos básicos de calidad (energía y agua potable) y la solución a dos de los problemas más complejos de Chacarita: las viviendas en riesgo y la informalidad en la propiedad.

“Hoy ante el fenómeno de  tenencia irregular se plantea un proceso de titulación de todas las propiedades y en el trabajo de mejoramiento y construcción de viviendas, se han identificado cerca de 100 a 120 que serán requeridas como construcción nueva para ubicar las casas que estén en situación de riesgo o muy precarias y que no pueden tener mejoras”, explicó la Ministra de Vivienda paraguaya.

Además de todo lo anterior, el MIB de Chacarita Alta contará con un espacio público renovado. Se tiene establecido la construcción de parques recreativos, plazas y parques, una manifestación explícita de política inclusiva que sigue las herramientas de la Nueva Agenda Urbana y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

“Los espacios actuales apenas permiten el paso peatonal y mucho menos el vehicular, pero este proyecto es toda una reingeniería urbanística en la zona, donde un componente fundamental es la participación de la comunidad para definir cuáles son los primeros proyectos para sacar adelante”, indicó Núñez.

Y la comunidad, precisamente, es la clave del trabajo que se realiza a miles de kilómetros de distancia, donde la EDU de Medellín estructura la que será la guía de la gestión social del proyecto.

“Nuestro trabajo en urbanismo pedagógico lo podemos resumir en  un tema puntual: ¿cómo hacemos que las comunidades participen en la transformación? Porque a partir de esta participación los ciudadanos se sienten incluidos y ello garantiza la sostenibilidad y sentido de pertenencia del proyecto desde cero”, explicó Catalina Ochoa, subdirectora de Planeación Estratégica de la EDU.

La funcionaria colombiana explicó que el reto más grande de esta experiencia de transferencia de conocimiento entre Medellín y Asunción es cómo se adaptará la metodología EDU al entorno local. Por ello su trabajo más intenso es la fase de “diagnóstico de la caracterización, el mapa de actores, metodología e instrumentos y todos los lineamientos para establecer las estrategias que se seguirán para el proyecto”.

La ministra-secretaria Soledad Núñez está muy optimista y comprometida con el futuro de Chacarita y su transformación en los próximos cuatro años. Afirma que las familias están esperanzadas y tienen muchas ganas de mejorar su barrio, de aprovechar esta oportunidad. “La propuesta  que llevamos con la última conversación con ellos es que la Chacarita puede ser el mejor barrio de Asunción y ponernos como una meta una ciudad equitativa, sostenible e inclusiva”, concluyó.

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