Economista Selva Olmedo Barchello, máster en Estudios Internacionales e investigadora a tiempo completo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCE UNA).
La interacción entre la economía creativa y la economía social radica en que, la primera toma de la segunda su modelo de negocio, es decir su forma de producción, comercialización y distribución, en donde las organizaciones se basan en los principios de justicia social y solidaridad, para de este modo ofrecer a todos sus miembros oportunidades, de las cuales se verían excluidas en un sistema económico tradicional. A esta conclusión arriba la economista Selva Olmedo Barchello, máster en Estudios Internacionales e investigadora a tiempo completo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCE UNA) en un trabajo de investigación titulado “Interacción entre la economía social y la economía creativa como propiciadoras de desarrollo económico local en Paraguay”.
En la investigación, publicada íntegramente en la última edición de la revista Población y Desarrollo (N° 45) de la FCE UNA, Olmedo Barchello sostiene que el capital social generado en los territorios, permite incrementar la competitividad, el empleo y la calidad de vida de la comunidad, al hacer que las fuerzas endógenas puedan aprovechar sus recursos propios y potenciarlos. La economía creativa se desarrolla por sí misma de forma permanente en la compartición y el intercambio de habilidades, conocimiento, tradiciones y valores culturales entre los productores, y entre éstos y los consumidores. Al ser los productores con frecuencia individuos y pequeños negocios, es crucial alentarlos a cooperar con otros productores locales con el fin de desarrollar su competitividad, reducir costos y mejorar las oportunidades de generar ingresos.
En su análisis FODA, la investigadora encuentra que existe facilidad para organizarse en grupos, experiencia de las artesanas en la producción, mejora en la calidad de los productos, capacitación sobre técnica de comercialización e innovación en nuevos diseños, local propio para venta de productos. Entre las debilidades enumera la limitada capacidad de producción, difícil acceso a los mercados, inadecuados esfuerzos de comercialización, falta de transporte propio y otros medios, costos elevados para participar en ferias si no son ayudados. En cuanto a las oportunidades menciona el incremento de pedidos de productos, facilidades para la comercialización de los productos, participación en ferias nacionales e internacionales, apoyo técnico y financiero de instituciones encargadas de la promoción y fomento de las artesanías, facilidad de obtención de materias primas Acceso a modernas maquinarias de confección. Finalmente, como amenazas apunta la existencia de productos importados y de bajo costo, cambios en la política de apoyo técnico y crediticio, ventas estacionales, recesión económica, y bajo poder adquisitivo.
Es así como las iniciativas de la economía social juegan un papel importante para desarrollar las actividades de la economía creativa, en particular, las artesanías, la cual corresponde en la mayoría de los casos a grupos conformados por mujeres y hombres de escasos recursos, que sin la conformación de los grupos solidarios su actividad se vería con dificultades en su afán de sobresalir. Dichas iniciativas no solo generan aspectos positivos en los individuos, sino que al tratarse de un grupo de personas beneficiadas, también la propia comunidad logra desarrollarse, es así que existe una interacción entre lo económico y lo social. Las entidades de la economía social vinculadas a las prácticas de la economía creativas están representadas en Paraguay por asociaciones, comités, cooperativas, fundaciones, entre otros. El dato más visible al relacionar ambos sectores se encuentra en el rubro de la artesanía, en donde la mayoría de los que se dedican a dicho oficio, corresponden a los estratos sociales más vulnerables de la sociedad. Los resultados estadísticos indicaron un alto número de asociaciones de artesanos en los departamentos de Central y Paraguarí. En cuanto a las cooperativas, siguen siendo mayoría las dedicadas al rubro de las artesanías ante la de calzados y comunicaciones. Por último, el análisis FODA reflejó que la asociatividad es una oportunidad para que las artesanas puedan acceder a mayor mercado, a facilidades de crédito y asistencia técnica para lograr la mejora e innovación de sus productos creativos. Sin la asociatividad tendrían un limitado acceso al financiamiento, insumos y oportunidades de venta de sus productos.
Es así como las iniciativas de la economía social juegan un papel importante para desarrollar las actividades de la economía creativa, en particular, las artesanías, la cual corresponde en la mayoría de los casos a grupos conformados por mujeres y hombres de escasos recursos, que sin la conformación de los grupos solidarios su actividad se vería con dificultades en su afán de sobresalir. Dichas iniciativas no solo generan aspectos positivos en los individuos, sino que al tratarse de un grupo de personas beneficiadas, también la propia comunidad logra desarrollarse, es así que existe una interacción entre lo económico y lo social. Las entidades de la economía social vinculadas a las prácticas de la economía creativas están representadas en Paraguay por asociaciones, comités, cooperativas, fundaciones, entre otros. El dato más visible al relacionar ambos sectores se encuentra en el rubro de la artesanía, en donde la mayoría de los que se dedican a dicho oficio, corresponden a los estratos sociales más vulnerables de la sociedad. Los resultados estadísticos indicaron un alto número de asociaciones de artesanos en los departamentos de Central y Paraguarí. En cuanto a las cooperativas, siguen siendo mayoría las dedicadas al rubro de las artesanías ante la de calzados y comunicaciones.
RESUMEN Los fracasos de los modelos de desarrollo económico propiciaron formas alternativas de desarrollo y crecimiento, dando lugar a lo que hoy se conoce como economía social, en cuyo objetivo de justicia social, hombres y mujeres se agrupan para realizar actividades a través de la ayuda mutua y la solidaridad. En este sentido, las iniciativas de la economía creativa sobre todo del sector de las artesanías encontraron en las iniciativas de la economía social solidaria una forma de desarrollarse, logrando bienestar para sus miembros y para su comunidad. La investigación presenta la característica de ser de corte cuali-cuantitativo, iniciando con una revisión bibliográfica documental, con una exposición descriptiva de aspectos que relacionan ambos conceptos, además de los resultados de un trabajo de campo en el distrito de Yataity, Departamento de Guairá. Los resultados indicaron que los departamentos de Paraguarí y Central son los que mayor cantidad de asociaciones formadas posee. En cuanto a las cooperativas, son las dedicadas al rubro de la artesanía las que sobresalen, frente a las de calzados y comunicaciones. Por último, el análisis foda realizado por la investigadora a las asociaciones de mujeres artesanas del distrito de Yataity, indicó que la asociatividad es una oportunidad para que las artesanas puedan acceder a mayor mercado, a crédito y asistencia técnica.
Las organizaciones de la economía social presentan formas innovadoras de agrupaciones de individuos las cuales son capaces de producir valor económico y social a través de nuevas formas de interactuar en un nuevo tipo de mercado (Pallarés Espinosa, 2014). La economía social se origina como un modo de producción, comercialización y distribución en respuesta a los modelos económicos poco asertivos del régimen capitalista (de Castilho, Pasquotto Mariani, & Martins Garcia, 2012), constituyéndose de este modo en un modelo alternativo de desarrollo económico y social a nivel nacional, regional e incluso continental. Por otro lado, las iniciativas de la economía cultural y creativa han ganado espacio en los últimos años como recurso potencial para generar crecimiento económico y desarrollo, promoviendo la diversidad.