En consonancia con los principios institucionales de servicio a todos los productores y a los que apuestan por el país con trabajo y dedicación, la Asociación Rural del Paraguay (ARP) encara de forma frontal la lucha contra el abigeato, a través de la unión de esfuerzos de directivos y productores.

En este sentido, la Brigada Central Antiabigeato se anotó un acierto importante con una reciente intervención donde logró sacar de circulación una agrupación de 5 delincuentes, acusados por la Policía de tener en su poder 6 animales vacunos cuya procedencia no pudieron demostrar.

En el mismo operativo de la BEA, los agentes se incautaron de un camión transportador de ganado de mediano porte, donde se encontraban los vacunos robados, a la altura del kilómetro 160 de la Ruta III, jurisdicción de la localidad de 25 de Diciembre, departamento de San Pedro.

Como parte del procedimiento, tanto los animales como los sospechosos y el vehículo involucrado fueron puestos a disposición de la justicia ordinaria, para los trámites correspondientes.

En otro procedimiento, la Brigada Antiabigeato de Caazapá, acompañada de orden judicial competente, allanó tres viviendas de la zona de San Juan Nepomuceno, distrito del sexto departamento del país, donde procedió a la incautación de elementos que, según los informes preliminares, evidencian la consumación del delito de hurto de ganado.

Entre los objetos hallados por los intervinientes, liderados por el agente fiscal de la Unidad Nº 1 de Caazapá, figura una escopeta calibre 28 mm., señala el informe de rigor elevado ante la justicia zonal.

El presidente de la Comisión Nacional de Lucha contra el Abigeato, el Rollotráfico y Delitos Conexos (Conalcart), Dr. Miguel Angel Doldán, expresó su conformidad por los operativos realizados, en el sentido de que las personas perjudicadas por la inseguridad obtuvieron respuesta oportuna y adecuada a sus denuncias.

El directivo rural expresó que, lejos de asumir dominio sobre el delito de hurto de ganado (considerado uno de los peores azotes de los productores), bandas de cuatreros se ingenian para burlarse de la ley, disponiendo de tiempo valioso e importante estructura logística para consumar sus golpes, en perjuicio de gente trabajadora.

“Lo más penoso es que humildes productores, dueños de un par de vacas lecheras que les sirven para el sustento diario, deben resignar sus animales para alimentar ese perverso sistema de robo, que viola los principios más elementales de ética y respeto al prójimo”, lamentó el Dr. Doldán.

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