El presidente de Argentina, Mauricio Macri, pone en números cuáles son sus objetivos económicos para 2018: negociación salarial por debajo del 12%, crecimiento arriba del 4%, inflación de 8%. Más la discusión de una gradual rebaja de los impuestos al cheque y a los ingresos brutos, según informó hoy miércoles el diario bonaerense Clarín.
A fines de 2016, María Eugenia Vidal definió un planteo para su provincia que terminaría siendo una de las patas de la construcción económica de este año a escala nacional: las paritarias del 18% con cláusula gatillo. En medio de la pelea con los docentes, Vidal tuvo que flexibilizar ese número. Pero su definición terminó siendo un indicador para el resto de la economía como una década antes lo era el reclamo que planteaba el gremio de camioneros.
“Debería ser de entre 9 y 11 por ciento”, dice Macri cuando le preguntan hoy cuál será el aumento de sueldos en 2018, en la discusión paritaria que empezará a calentarse a finales de año. “Doce por ciento, como máximo”, añade el Presidente cuando le preguntan sobre el tema. Y aclara que a eso habrá que sumarle, también el año próximo, la cláusula gatillo.
El gatillo se dispara cuando la inflación supera el número acordado par la suba de salarios. ¿No teme el Gobierno que eso suceda el año próximo con un ajuste salarial tan bajo?
El Presupuesto plantea una inflación promedio del 15,7%. La Casa Rosada puso ese número teniendo en cuenta un 12% de punta a punta, de enero a enero. A esa cifra llegaron en base al planteo del Banco Central, que fijó un objetivo del 10%, con un desvío de 2 puntos para arriba o para abajo. Esto es, entre 8 y 12%. “Pero Federico Sturzenegger insiste que va a ser del 8%”, dice Macri por estos días.