A pesar de que Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de EE. UU., dijo el mes pasado que una crisis financiera como la de hace diez años es improbable «durante nuestras vidas», varios respetados analistas de los mercados bursátiles creen, por el contrario, que un nuevo desastre puede producirse ya en los próximos meses, informó la Deutsche Welle.

Jim Rogers, cofundador del Quantum Group de fondos hedge, dijo a la página web Business Insider en junio que un crash bursátil puede tener lugar «este año, a más tardar el próximo».

En entrevista con el canal económico CNBC, el inversionista suizo Marc Faber, conocido como «Dr. Doom», predijo que próximamente los accionistas «pueden perder el 50% de sus activos» en lo que describió como una «avalancha» de ventas.

Iain Begg, economista de la London School of Economics, dijo a DW que las autoridades financieras deben practicar una «vigilancia extrema» para prevenir nuevos shocks económicos.

Multiplicación del papel moneda

Ambos inversionistas acusan a los políticos de no haber combatido las causas de la debilidad estructural de la economía global después de la última crisis financiera. La «gran recesión», como se la ha pasado a llamar, fue generada por un colapso del mercado inmobiliario estadounidense que produjo masivas suspensiones de pagos de créditos hipotecarios por parte de clientes de alto riesgo.

Para evitar el derrumbe del sistema financiero, varios bancos centrales imprimen actualmente papel moneda en volúmenes billonarios. Ese dinero fue invertido en las bolsas y otros bienes, incluidas propiedades, lo cual llevó a un aumento de los precios de esos activos, pero sin que el dinero llegara a la economía real.

Otros posibles detonantes. Analistas apuntan también a otros posibles detonantes de una nueva crisis mundial. Uno de ellos puede ser la altamente endeudada economía china. Como China está crecientemente interconectada con la economía mundial, un cese masivo de pagos en el mercado chino de créditos puede tener repercusiones asimismo globales.

También millones de estudiantes estadounidenses están endeudados. Según el Financial Times, 8 millones de los 44 millones de estudiantes que han recibido créditos para financiar sus estudios ya se encuentran en cesación de pagos. Y la situación puede empeorar.

¿Cómo reducir la emisión de moneda? Iain Begg, economista de la London School of Economics, dijo a DW que las autoridades financieras deben practicar una «vigilancia extrema» para prevenir nuevos shocks económicos.  Si bien Begg no ve en este momento indicadores que estén en «fase roja», sí existe, dice, cierta preocupación acerca de cuándo y cómo la Reserva Federal comenzará a retirar dinero del mercado.

Como es la primera vez que una política monetaria expansiva es aplicada en esas dimensiones, la contracción de la base monetaria puede llevar a su vez a nuevas turbulencias, subraya Begg.

Preocupaciones depara asimismo la política proteccionista del presidente Donald Trump. Esta y el brexit pueden golpear a la economía global y reducir la confianza general de los actores económicos, lo que puede transformarse en otro factor detonante de un nuevo crash.

«Es como algo que uno no ve venir y de pronto lo muerde a uno en la pierna. Por eso debemos permanecer alertas, para no despertar un día con una crisis aún mayor de la de 2007/2008».

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