El Ing. Enrique C. Zaldívar, director y gerente general de LA Sanitation (LASAN), de la ciudad de los Ángeles, Estados Unidos, compartió recientemente su experiencia sobre compostaje con integrantes del equipo técnico de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCE UNA) del proyecto 14-INV- FCE-CONACYT  “Sistema de Gestión de Residuos Sólidos para la Universidad Nacional de Asunción”, cuyos resultados finales se tendrán disponibles para el mes de junio de este año 2018.

Fue durante una video conferencia de la que participaron la Prof. Magister Lidia Rosa Saldívar de Salinas, investigadora principal y coordinadora general de proceso, junto a la investigadora Ing. Luz Villa, encargada de diagnóstico.

Según el ingeniero Saldívar, el compostaje es un proceso que se realiza en los Ángeles desde hace mucho tiempo y a gran escala para reciclar una parte de los residuos orgánicos. Se utiliza un biodigestor -una máquina de digestión controlada- que también produce aparte del compost, gas, durante un proceso que dura entre 7 y 14 días y es utilizado para reducir cantidades de residuos orgánicos a gran escala. El biodigestor cuenta con una entrada para el material orgánico, un espacio para su descomposición, una salida con válvula de control para el gas (biogas) y una salida para el material ya procesado (bioabono).

Consultado cuál sería la forma adecuada de realizar el compostaje para aproximadamente 100 kilogramos por día de hojarascas que produce la FCE UNA, de acuerdo a datos obtenidos del trabajo de campo, el Ing. Saldívar explicó que la mejor manera de realizar el compostaje para dicha cantidad es manualmente con volteo, cada cuatro días, aproximadamente.  Se puede utilizar pala para la mezcla ya que para 100 kilos de hojarascas no se precisa contar con una máquina.

Al referirse al porcentaje ideal de mezcla de los residuos a compostar, el profesional norteamericano dijo que se puede pensar una mezcla de 80% de hojarasca y 20% de restos de alimentos para evitar que haya contaminación y olores desagradables. Las hojas ayudan a airear la mezcla que necesita de sol, humedad, agua, microorganismos para que se produzca la reacción exotérmica. Esta reacción ayuda durante el proceso a eliminar semillas que podrían crecer y también facilita eliminar microorganismos que podrían peligrar el compostaje. Mezclando de la forma señalada, se logra el objetivo y además se puede conseguir un abono de excelente calidad, dijo. El tiempo adecuado es entre 30 y 90 días; a los 90 días ya se puede obtener un abono de muy buena calidad.

En otro momento, el Ing. Zaldívar se refirió a los cubículos a ser utilizados para compostar los residuos y que explicó que los mismo deben ser colocados al aire libre ya que en caso de lluvia no importa que los desechos se mojen; al contrario, favorece el proceso teniendo en cuenta que  para la mezcla se requiere de agua. Si no hay lluvia, será necesario regar.

Considerando que en Paraguay gran parte del año hace calor y al mediodía la temperatura puede superar fácilmente los 30 grados, se le preguntó cuál sería la temperatura ideal para el compostaje. El experto respondió que la temperatura recomendable en la primera semana es de 30 grados y que en las siguientes semanas podría subir más. Se debe voltear la mezcla cada tres o cuatro días y tomar la temperatura con un termómetro para evitar que las bacterias útiles mueran por exceso de temperatura. Con el volteo se logra disminuir la temperatura, explicó.

Es necesaria la utilización del termómetro para verificar la variación de la temperatura durante el proceso. Se voltea para enfriar la mezcla, ya que la parte de adentro siempre es más fresca. Es importante consultar la reglamentación para el compost a la institución encargada de hacer cumplir las leyes ambientales del país que en el caso de Paraguay es la Secretaría del Ambiente (SEAM).

Cabe recordar que el Ing. Enrique C. Zaldívar es gerente general de LA Sanitation desde el año 2007. LA Sanitation es una de las agencias más grandes en la ciudad de Los Ángeles, California, con más de 3.100 empleados y un presupuesto de ingresos de más de US$ 1,1 mil millones. A través de su liderazgo y gestión, LASAN supervisa importantes programas ambientales y de infraestructura tales como el agua limpia de la ciudad, que es uno de los programas más grandes del mundo, con su buque insignia e icónico Hyperion Planta de recuperación de agua, además del Programa de Recursos Sólidos, que ha logrado una de las tasas de reciclaje más altas en la nación norteamericana con 76,4%; entre otros.

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