Industria paraguaya logró avances significativos pero enfrenta serios desafíos, según un estudio de la UIP
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Paraguay ha logrado avances significativos en su industria y economía, impulsados por reformas estructurales y políticas de atracción de inversiones. Sin embargo, enfrenta varios desafíos, como la necesidad de mejorar la infraestructura, diversificar el acceso a la energía, aumentar el valor agregado de las exportaciones y fortalecer sus instituciones. Superar estos desafíos es crucial para fomentar un crecimiento económico sostenible y generar empleo de calidad en el país.
Esta premisa parte de un análisis realizado por el Centro de Estudios Económicos (CEE) de la UIP, donde subrayan que Paraguay ha logrado un crecimiento económico significativo en las últimas décadas, duplicando su Producto Interno Bruto (PIB) en 18 años y alcanzando los USD 46.547 millones en 2018.
Si bien la economía sufrió contracciones durante la pandemia, ha mostrado una sólida recuperación desde 2023. No obstante, expertos alertan que persisten desafíos estructurales que podrían limitar el avance del sector industrial y comprometer el desarrollo sostenible del país.
Julio Fernández, Economista Jefe Senior del CEE, explicó que desde la implementación de políticas de atracción de inversiones en 1994, la industria paraguaya ha prosperado, con el sector manufacturero creciendo más de 24 veces. Actualmente, el 68% de las exportaciones industriales provienen de la industria maquiladora, un aumento significativo en la última década.
Paraguay también se destaca por su grado de apertura comercial, posicionándose como el segundo país más abierto de la región: “Asimismo, Paraguay tiene un grado de apertura comercial del 72,6%, lo que refleja su integración en el comercio internacional, ocupando el segundo lugar en la región después de Chile”, señaló
Resaltó además que el crecimiento económico no es casual, señalando que, desde la década de 1990, se han implementado diversas reformas, como la Ley de Responsabilidad Fiscal en 1994 y la modernización del sistema financiero. Las políticas de ajuste estructural, junto con un enfoque en la sostenibilidad fiscal, han permitido a Paraguay mantenerse resiliente frente a crisis, como la del COVID-19.
No obstante, a pesar de estos logros, Paraguay enfrenta una serie de retos significativos:
1. Fortalecimiento de la infraestructura nacional: La principal brecha de infraestructura se encuentra en el sector de transporte, donde la necesidad asciende a USD 8.285 millones.
2. Optimización del uso de la energía eléctrica: Paraguay tiene la oportunidad de aprovechar su producción de energía eléctrica, impulsando negocios como centros de datos, siderurgia y fabricación de aluminio. Además, fomentar la electromovilidad será crucial para reducir el impacto ambiental y aprovechar el potencial energético del país.
3. Incremento del valor agregado de nuestras exportaciones: Transformar materias primas, como el algodón, en productos especializados, como camisas, puede generar un salto significativo en los ingresos. Pasar de USD 15.000 por 10 toneladas a USD 1.000.000 por 50.000 camisas podría traducirse en mayores ingresos y más empleo. Este salto se puede dar en todos los sectores industriales.
4. Adopción de tecnología avanzada: Las industrias paraguayas enfrentan el desafío de operar con equipos obsoletos, lo que afecta su competitividad en el mercado internacional.
5. Acceso a financiamiento para el desarrollo: Será fundamental contar con tasas de interés más bajas y plazos más extensos que faciliten el crecimiento industrial y, por ende, el desarrollo económico. Podrían considerarse modelos exitosos como Brasil, con tasas entre 5% y 8% con un período de gracia de 3 años, o los de algunos países asiáticos, que ofrecen tasas del 4% a 5 años.
6. Fomento de la especialización laboral: En Paraguay, los jóvenes entre 15 y 19 años tienen un promedio de 11,2 años de educación, lo que no cubre completamente la educación básica ni una carrera universitaria. Esto crea una brecha entre la oferta de mano de obra y la demanda de trabajadores especializados.
7. Eliminación de barreras comerciales y simplificación burocrática: Según el informe «Doing Business 2020», iniciar un negocio en Paraguay toma aproximadamente 35 días y requiere 7 procedimientos, ubicándolo en el puesto 160 a nivel mundial.
8. Adaptación a las demandas de sostenibilidad: Es imperativo cumplir con los requisitos ambientales sin sacrificar la rentabilidad.
9. Atracción de grandes industrias tecnológicas: Aunque las inversiones en Paraguay abarcan diversos sectores, desde la agricultura hasta la intermediación financiera, aún queda pendiente el impulso de inversiones en tecnología, como fabricación de chips, semiconductores y otros componentes tecnológicos aprovechando el buen relacionamiento con Taiwán.
10. Fortalecimiento institucional: Paraguay ocupa el puesto 136 de 180 en el Índice de Percepción de la Corrupción, lo que se traduce en inseguridad y falta de reglas claras, dificultando el crecimiento y desarrollo de la industria nacional.
El estudio concluye que superar estos desafíos no solo es vital para el crecimiento económico, sino también para el aumento del empleo de calidad y la reducción de la pobreza en Paraguay. El futuro de la industria paraguaya dependerá de la capacidad del país para adaptarse y responder a estas necesidades emergentes.
Con el apoyo de reformas continuas y una mayor inversión en tecnología y formación, Paraguay tiene el potencial de convertirse en un polo de innovación y desarrollo sostenible en la región.
Sobre el CEE
El Centro de Estudios Económicos de la UIP, fue creado en el marco del Programa MiPYME COMPITE, con el apoyo financiero de la Unión Europea en Paraguay. El mismo ofrece servicios especializados en la confección de informes de impacto económico y social por sector, análisis económico de normativas, proyecciones y perspectivas económicas por sector y estimación de demanda u oferta productiva sectorial.